Un aluvión de buenas noticias… tras varios meses de pálidas y relato propio de la casta, las noticias comienzan a acomodarse para el Gobierno y, aunque todavía existan más problemas que soluciones a la vista, sostener este sendero se vuelve esencial si el fin último es reducir fuertemente los índices de pobreza e indigencia. Inflación por debajo de los 3 puntos, canastas creciendo a un ritmo menor al IPC y sectores económicos con luces verdes, aunque intermitentes.
La clave está en reconocer que se trata del piso de la crisis y no un rebote, como pretenden instalar desde el oficialismo. Hacer el camino con los pies sobre la tierra asegura no cometer los mismos errores del pasado.
Mientras el consumo no repunte contundentemente, mientras los salarios sigan creciendo a una velocidad menor a la inflación y mientras la tasa de desempleo siga siendo alta al igual que el índice del trabajo informal, la recuperación seguirá en el horizonte, tal y como está ahora. Quizás suene a ironía, pero lo positivo en este caso es que el país parece haber encontrado el piso de la crisis.