Como cada vez que se acerca el verano, muchos entran en pánico y buscan el “milagro” de bajar rápidamente de peso para que les quede bien la malla del año anterior o no pasar “vergüenza” en la playa o la pileta.
También están los que necesitan “entrar” en el traje de recepción o el vestido de fiesta, a riesgo de tener que desembolsar una fortuna a cambio de uno nuevo que se ajuste mejor a nuestra nuevo talle.
Otros son más previsores y empezaron allá por inicios de la primavera, pero igual necesitan ese “envión” final para llegar a tiempo con el objetivo marcado.
Pero todos ellos tienen algo en común: casi todos incurrirán en alguna equivocación que les impedirá cumplir su meta o al menos que pondrá en riesgo su éxito… o lo que es peor: su salud.
En realidad, los nutricionistas coinciden en que son muchos los errores que se suelen cometer a la hora de intentar perder peso de forma más o menos saludable; pero sobre todo hay cinco que son muy comunes:
No tener una rutina
Es habitual no seguir una rutina para perder peso, sino hacer dietas muy restrictivas para conseguirlo. Por ejemplo, mucha gente opta por no comer nada en mucho tiempo, o muy poco a lo largo del día, y esto hace que el cuerpo se ponga en modo ahorro, de forma que cuando al final come, le engorda todo. Lo recomendable es tener una rutina establecida para conseguir la pérdida de peso y comer regularmente a lo largo del día.
Saltarse comidas
Una de las prácticas más habituales es “saltarnos” las comidas. Sin embargo, una de las cosas más importantes para la bajada de peso es que el cuerpo se acostumbre a tener unos horarios fijos de alimentación. Además, es clave comer siempre con luz solar, en la medida de lo posible y, si no es posible, es mejor comer cuanto antes.
Marcarse objetivos irracionales
Es muy habitual no marcarse unos objetivos razonables, sino que queremos perder mucho peso en poco tiempo, y eso no es una posibilidad real. Un plazo razonable, según la ciencia (y aquí es donde todos entramos en crisis), es ¡un año! Lo que dice la ciencia es que una bajada saludable de peso es la que se corresponde con una pérdida de entre un 10% y un 20% del peso inicial en un año.
Obsesionarse con la báscula
Este es otro error muy habitual que hace que suba el nivel de cortisol, la hormona del estrés, que vuelve a poner el cuerpo en modo ahorro y, por lo tanto, resulta contraproducente. Otra vez: hay que ir paso a paso.
No hacer ejercicio
Otro de los errores más comunes es no acompañar la dieta -sea cual sea la que estamos siguiendo- o la rutina alimenticia con algún tipo de actividad física: no se puede bajar de peso de forma sostenible y saludable si no hacemos ejercicio, remarcan los nutricionistas.