Desde la semana pasada, con la entrada en vigencia del decreto 731/2024 firmado por el presidente Javier Milei, los consumidores podrán optar por dejar propinas de forma electrónica en bares, restaurantes, hoteles y servicios de delivery. La nueva normativa brinda la posibilidad de pagar la propina no solo en efectivo, sino también a través de medios digitales, sin costos adicionales ni retenciones para el empleador.
Para garantizar la implementación de este cambio, se otorgó un plazo de 90 días para que los comercios pudieran adaptar sus sistemas de cobro. De esta manera, los consumidores que decidan dejar propina podrán hacerlo ya sea en efectivo o sumándola al total de su ticket, con la posibilidad de especificar el porcentaje o el monto exacto de gratificación para quien los atendió. En Misiones, PRIMERA EDICIÓN consultó con las asociaciones de bares y restaurantes, así como empresarios del rubro, y todos respondieron que no tienen precisiones de cómo va a funcionar y esperan la reglamentación para que se fijen los detalles de funcionamiento. Por ahora no está en práctica esta norma.
En este sentido, el secretario general de la Unión de Trabajadores de Turismo, Hoteles y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA), Virgilio Acosta, explicó que es una medida que puede beneficiar al trabajador gastronómico y hotelero siempre y cuando no tenga inconvenientes en sus haberes y sus recibos. A pesar de que ya venció el plazo para implementar el sistema de propinas digitales, aclaró que este sector sigue sin tener certeza de cómo se va a manejar realmente y la cámara empresarial tampoco envió indicaciones para seguir.
En declaraciones a FM 89.3 Santa María de las Misiones, Acosta dijo que “la preocupación está en que el pago realmente impacte en el bolsillo del trabajador”. Sucede que la normativa establece que la empresa puede colocar una cuenta única y luego dividir el dinero entre los trabajadores.
Sin embargo, “todo es una incógnita si va a ser de forma individual, si se descuenta algo a la gente o a la empresa”, advirtió.
Con esta situación económica del país, donde muchas familias perdieron poder adquisitivo, Acosta lamentó que “no somos un servicio de primera necesidad”. Por lo tanto, en este contexto, hoteles y restaurantes sufrieron una fuerte baja en la demanda, en comparación con años anteriores.
“En el caso de la propina, sucede lo mismo”, agregó. La esperanza siempre estaba en la llegada de turistas de otros países, sobre todo Brasil y Paraguay, “pero la realidad de nuestro país es que no hay muchas propinas y tampoco muchos comensales”, lamentó.
Aclaró que la provincia no queda exenta de la realidad del país e incluso los fines de semana el movimiento es menor en bares y restaurantes a los años anteriores.
Consideró que los peores días son martes y miércoles que pasa lo mismo, “así sea en costanera, locales céntricos y en negocios de la periferia”, relató.
Acerca del movimiento de frontera, tanto de Brasil como Paraguay aseguró que “no están viniendo porque no les conviene”. Por ahora, con la llegada de las vacaciones de fin de año, siempre se espera un incremento del pernocte en la provincia y consumo en bares y restaurantes. “Eso nos va a dar una bocanada de oxígeno”, reflexionó.
También arranca la temporada de fiestas de fin de año, que beneficia al sector de salones de eventos, pero Acosta explicó que “son emprendimientos, algunos, que durante el año casi no trabajan, se quedan solo con algunos empleados y están haciendo más que nada mantenimiento”.
Explicó que desde el gremio buscan mediar con los propietarios “porque lo peor que le puede pasar a un trabajador hotelero y gastronómico es que, luego de 40 años o más de experiencia, se quede en este momento en la calle”.
El secretario general de UTHGRA detalló que a pesar de que se cerraron algunos negocios, “otros abrieron e incluso llegaron algunas cadenas importantes. Siempre estamos con la esperanza porque esto ya lo hemos vivido bastante en nuestro país”, finalizó.