La muerte de Jessica Silvana Duarte (31) fue el quinto femicidio del total de siete en todo el 2023 en Misiones. El autor fue capturado seis días después cuando se ocultaba en una zona de monte. El expediente está nuevamente en la instancia previa para que el hombre sea juzgado.
Juan Carlos Kryzezuk (52), está imputado por el femicidio de su expareja. Tal como publicó este Diario, en febrero de este año la causa había sido girada desde el Juzgado de Instrucción 3 a cargo del magistrado Martín Brites, a la (en ese entonces) fiscal subrogante Bibiana Alderice, para que opinara si restaba algún elemento para cerrar el caso.
Por lo que pudo saber este Diario, en las últimas semanas solamente restaba sumar a las pruebas obrantes, si previamente Jessica había denunciado o no al acusado por violencia de género en la comisaría de Comandante Andresito.
Efectivamente, la información brindada mostró que el 1 de abril del 2023, el Juzgado de Familia notificó a Kryzezuk que no podía acercarse a ella ni mantener ningún tipo de contacto. Esto no fue acatado, puesto que planeó que se encontraran y terminó asesinándola.
Esta información fue agregada a la causa y girada directamente a las nuevas autoridades de la fiscalía de Iguazú a cargo de Ángel Gustavo Recalde para que requiriera la elevación a juicio. Esto era altamente factible puesto que hasta este punto ya estaba más que avanzado el material probatorio contra el acusado.
El próximo 12 de diciembre se cumplirán un año y medio del hallazgo del cuerpo de la víctima en un yerbal en la zona de Paraje Cabureí, a unos 13 kilómetros de la zona urbana de Andresito.
El 7 de junio del 2023, la mujer madre de dos hijos de 6 y 11 años, estuvo en casa de su madre en el barrio Quintas Altas, donde le contó que Kryzezuk la había citado a la chacra donde él trabajaba para que le firmara un papel. Se trataba de la autorización que le había pedido para que ella pudiera salir del país con la niña.
Sin saber nada de ella, cuatro días después la familia de Jessica radicó la denuncia por su desaparición y brindaron el dato a la policía. El hecho que contara que se iba a encontrar con Kryzezuk fue fundamental.
Los investigadores de la UR-V se dirigieron a la chacra donde él trabajaba. Dialogaron con el patrón y este confirmó que los había visto juntos en ese lugar.
Del sospechoso no se sabía nada pero cuando se retiraban vieron tirada una cartera de mujer que les resultó altamente sospechosa.
Pidieron permiso al propietario para revisar el galpón donde los trabajadores dejaban las herramientas. Encontraron una pala con manchas de sangre y en la pieza de él zapatillas de mujer.
Ante la evidencia pidieron una orden de allanamiento. El predio tenía 47 hectáreas e iba a ser muy difícil de rastrillar pero el hallazgo de la moto de la víctima ofició como punto de referencia. A 700 metros y ya a escasos metros dentro de la chacra del vecino, encontraron un montículo de tierra recientemente removido. Allí estaba el cuerpo de la víctima envuelto en bolsas de arpillera y con golpes en la cabeza y el rostro.
Restaba detener a Kryzezuk. Personal de la Unidad Regional y de la Dirección Homicidios lo capturó el 13 de junio, en el monte a 1.500 metros del río Iguazú.