La que acuñó la frase Persona Vitamina fue la médica española Marian Rojas Estapé y lo volcó en un libro que se hizo famoso, Encuentra tu persona vitamina, que fue publicado en 2021. Hoy más de uno quiere encontrar a su persona vitamina, quiere saber cómo buscarla, quiere señas y señales de cómo se ve una persona vitamina.
Desde SextoSentido siempre hablamos de cómo funciona la física cuántica, de cómo en lo que nos enfocamos es lo que atraemos, así que en este caso vemos cómo la misma médica nos dice cómo convertirnos nosotros en una persona vitamina para atraer a más como nosotros.
¿Cómo son las personas vitamina? Son las que nos hacen creer que realmente valemos la pena y nos ayudan a sentirnos queridos y acompañados, y nos ayudan a sacarnos del estado de tristeza.
Las personas vitamina confían en nosotros y nos escuchan de manera atenta, se ilusionan con lo bueno que nos pasa incluso más que nosotros mismos, dice Rojas Estapé.
Eso de vitamina surgió precisamente mientras Marian daba una conferencia en México sobre las personas tóxicas y mientras hablaba tanto de ese tipo de personas y mencionar tanto la palabra tóxica se dio cuenta de que había que comenzar a hablar de ese otro tipo de personas, de esas que te cambian la vida en positivo.
Para ser vitamina
Claro está que para estar bien con alguien tenemos que estar bien con nosotros mismos.
Ese es el primer paso y estar bien con uno mismo significa que me conozco que me comprendo y comprender me alivia que soy capaz de aceptar.
Hasta acá iba bien, pero conocernos significa aceptar mis limitaciones, aceptar que hay cosas que no puedo cambiar, aceptar que he cometido errores, aceptar que soy imperfecto en parcelas de mi vida.
Por otro lado vamos a decidir superar aquello que me hiere, que me duele, que llevo enquistado en mi vida, aprender a superar pequeños traumas, sufrimientos, porque si yo no me conozco, me comprendo, me acepto es mucho más difícil que sea vitamina para los demás.
Camino a ser
Necesito identificar quién soy yo, cómo es mi forma de ser porque todos tenemos rasgos de personalidad: Somos impacientes, personas tímidas, a veces hipersensibles, obsesivos, hipocondriacos, perfeccionistas, impulsivos.
Por ejemplo, cuando vivimos crónicamente estresados, cuando estamos en modo alerta, cuando no nos da tiempo de conectar con lo bueno de la vida porque vivimos siempre a base de estímulos sale esa peor versión de nosotros.
Entonces, el hipersensible se convierte en una persona vulnerable, el tímido se bloquea, el obsesivo vive con pensamientos rumiativos, la persona perfeccionista vive en una sensación de insatisfacción vital y si esto se mantiene en el tiempo tendemos a somatizar.
Por lo tanto, primero es conocer quién soy, en quién me convierto cuando vivo en modo alerta de forma constante, cómo somatizo en mi cuerpo y qué síntomas psicológicos aparecen.
Tengo que conocerme, identificar cuáles son mis miedos. Una de las cosas más importante es saber que todos tenemos miedos, el miedo es fisiológicamente real, está en una zona del cerebro.
Cuando me voy conociendo voy sanando lo que necesito sanar, voy trascendiendo traumas y me voy convirtiendo en esa persona vitamina que queremos para nosotros.
Atraer a personas vitamina significa ser una de ellas: alegre, disfrutadora, sin rencores, sin juicios, sin miedos que nos frenen nuestros deseos de vivir feliz, de compartir sueños y de hacer de nuestro entorno un mundo feliz.
Tópicos vitamínicos
Cuando sabemos qué cosas me ponen en modo alerta, qué hace que me suba el cortisol puedo tomar acción y bajar esos niveles con buena lectura, un paseo, tomar contacto con el agua, la tierra, las plantas, el sol y durante ese paseo encontraremos a una persona vitamina. Como las relaciones de amistad, de camaradería y pasatiempos positivos son la vacuna que nos inyecta oxitocina, la hormona más maravillosa que genera nuestro cuerpo, tenderemos a ser buenos humanos.
Hacer una agenda con temas positivos para una charla amena. Descartar enfermedades, quejas, críticas y todo eso que desgasta y te convierte en una persona tóxica. Habla de proyectos, juega a juegos de mesa, identifica olores y sabores. Inyecta luz en la vida de los otros con ideas creativas y te devolverán con su luz, con su sonrisa y sus ganas de repetir el encuentro.
Rosanna Toraglio
Periodista de
Primera Edición