Por falta del pago total del sueldo a los conductores de colectivos, el gremio de la UTA realizó este lunes una serie de asambleas sorpresivas en cada una de las empresas del Grupo Z, en Posadas y Eldorado. Esto provocó una interrupción en el servicio entre las 5.30 y las 7.30 de la mañana.
La medida podría repetirse mañana, martes, si no le depositan el resto del sueldo pendiente. Además, los trabajadores reclaman un bono de 750 mil pesos que se firmó a nivel nacional, entre el gremio y las cámaras empresariales del sector; y actualizaciones atrasadas de la grilla salarial.
La medida no fue comunicada por ninguna vía, por lo tanto, miles de usuarios de las empresas Kenia (Eldorado), Don Casimiro, Tipoka y Transporte San José (Posadas), quedaron varados ayer a primera hora sin la posibilidad de llegar a sus destinos. Estudiantes, trabajadores y personas que iban a realizar trámites de salud o actividades comerciales, debieron volver a sus casas o llegar más tarde. Hubo amargas quejas en las paradas.
La medida gremial, más allá de ser legítima y en defensa de los trabajadores, también genera suspicacias entre los usuarios de Posadas, acostumbrados a ver este tipo de maniobras justo antes de que las empresas soliciten un aumento del boleto.
En el transcurso de este año y con el argumento del aumento de los costos, las empresas lograron la autorización del Gobierno para incrementar alrededor de 400% sus boletos.
Esta situación también se dio en otras provincias a raíz de la quita del subsidio nacional a las empresas, que decidió el nuevo gobierno del presidente Javier Milei.
Además del precio del boleto, en Posadas y Eldorado el servicio de estas empresas tiene numerosos cuestionamientos de los usuarios, en el sentido de que se necesitan más unidades en los horarios pico, más paradas con refugio y nuevos recorridos para alcanzar a los nuevos barrios que se fueron creando en las zonas más lejanas.