
Los alumnos de sala de 5 años del NENI 2147 rural de Pozo Azul vivieron una experiencia inolvidable: el viernes 9 de diciembre disfrutaron de un destacado acto de cierre de año, organizado a pulmón por las maestras y la comunidad educativa.
La novedad es que nunca se había realizado un acto específico para los niños egresados que próximamente comenzarán la primaria. Fue una jornada llena de sorpresas y emoción, fruto de un arduo trabajo de organización y compromiso a lo largo del 2024.
“Lo que queríamos resaltar es que la ruralidad también puede tener un acto tan simbólico de egresados como lo puede tener cualquiera. Ellos jamás vieron un acto así”, contó Yanet Muckenhein, directora del NENI 2147 en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
Este NENI que se ubica sobre la ruta provincial 17 tiene la particularidad que está conformado por nueve extensiones, dos de ellas tienen sus aulas satélites; por eso, las distancias son amplias y eso dificulta un poco la conexión entre sí. No obstante, el evento se realizó en uno de los espacios que se encuentra más o menos “en el medio” de la ruta, para facilitar la participación.

Con mucho esfuerzo y dedicación, nueve maestras comenzaron la organización a mitad de año; vendieron rifas, hicieron ferias y todo tipo de actividades para recaudar lo necesario y comprar los insumos para la decoración, disfraces y ambientación. “Trabajamos mucho para que lo que soñamos para esos niños se haga realidad, y así fue, salió todo con éxito. También los padres nos ayudaron a instalar y preparar algunas cosas”, expresó Yanet y destacó el compromiso de la comunidad educativa.
Ese día el acto comenzó a las 10 y culminó alrededor de las 12, entre bailes, canciones y fotos. “En total con Sala de 4 son 148 alumnos. Pero de egresados, solamente de las extensiones que participamos, eran 78 chicos de Sala de 5 años“, precisó.
Durante el acontecimiento los niños cantaron una canción que tenían preparada y que previamente fue la invitación al evento. También las maestras presentaron un número artístico, bailando disfrazadas de animales -con la temática La Granja de Zenón-. “Nos puso felices ver la cara de emoción de los chicos y de sus padres, estaban anonadados, fue algo muy lindo”, comentó la maestra.
“Incluso una mamá se me acercó y me dijo entre lágrimas: “Maestra nunca ví algo así para mi hija, no puedo creer que mi hija pudo tener un cierre así de año”, agregó como anécdota.
Esta experiencia fue inolvidable para todos: padres, directivos y, por supuesto, los alumnos que fueron los agasajados. Afortunadamente, fue el puntapié inicial de lo que vendrá: “Queremos repetirlo el año próximo y los que vienen, por suerte entre las colegas nos llevamos muy bien y podemos trabajar juntas para el mismo fin“, anticipó la docente sobre próximos actos.
Un resumen de lo que fue el acto de fin de año
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