El sacerdote Daniel Pesce, responsable de la Casita San Miguel en Posadas, lugar que se dedica a asistir y resguardar jóvenes con consumos problemáticos, habló en FM Santa María de las Misiones y brindó su punto de vista sobre la situación actual y cómo afrontaron este año.
En principio, si de hacer “balances” se trata, dijo que en cuanto al trabajo que llevan adelante todo se mantiene encaminado y positivo, siempre hay voluntarios y mucho por hacer. Sin embargo, alertó que el consumo de estupefacientes no para de crecer en los barrios populares.
Y no sólo eso, sino que en esta ocasión aportó un dato no menor; y es que también personas que no necesariamente están en situación de calle, padecen problemas de consumo. “Mucha gente joven con trabajo en relación de dependencia en empresas está pasando por esta situación. Hay que tener en cuenta también que se habla mucho de los jóvenes, pero hay adultos que están en la misma y lo han perdido todo. Podría decirse que conocemos casos desde los 12 años hasta los 60 o más, de personas con adicciones”, precisó.
La Casita y su misión
En cuanto a la ocupación de este hogar en la actualidad, Pesce indicó que tienen registrados más de 70 jóvenes y alrededor de 17 están alojados siguiendo “su proceso”. “Actualmente tenemos dos hogares, hace un tiempo abrimos otro en San Ignacio. Algunos egresan, también hay logros a mediano plazo, de todo”, añadió.
En particular, el objetivo del acompañamiento y contención que ofrece La Casita San Miguel es que estas personas puedan “recuperar” su vida y volver a reinsertarse laboral, social y familiarmente. “Cubrimos la necesidad de alimentación porque muchos de esos chicos están en la calle; los ayudamos a recapacitar y que vuelvan a su hogar; intentamos que la ayuda sea lo más abarcativa posible”, resaltó el cura.
Respecto a la actividad laboral, informó que están comenzando con una cooperativa, “diría que está en pañales todavía”, entonces aquellos que egresan y no logran reinsertarse por su cuenta al ambiente laboral, pueden trabajar en la cooperativa. “Estamos arrancando, por ahora hay panadería y algunas otras opciones. Por eso instamos a que aprendan un oficio, que aprendan a trabajar. Acá hay huertas, animales, todo para aprender de poner su propio esfuerzo al servicio y así reconocerse como un factor de cambio”, sostuvo Daniel Pesce sobre el futuro de los chicos que logran salir de los consumos problemáticos.
“Hace años viene creciendo esta situación de consumo problemático, ahora se aceleró, pero siempre estuvo en crecimiento”, advirtió el Padre. Por eso es importante continuar y reforzar “el trabajo en redes”, con las instituciones afines que funcionan en la provincia, otras fundaciones, hogares y grupos de ayuda.
Venta de pan dulces para navidad
Precisamente una de las actividades iniciales que se lleva a cabo en la cooperativa es la panadería. Para estas fiestas, quienes allí trabajan están en plena elaboración de pan dulces artesanales, sin conservantes.
Como todavía no tienen un punto de venta, quienes deseen colaborar y hacer su pedido, pueden comunicarse al número 3764105034.
“Ese mismo número sirve para hacer cualquier otro tipo de consultas; incluso nos escriben familias que necesitan acompañamiento porque algún integrante tiene problemas con el consumo, no duden en comunicarse”, agregó Pesce.