La Secretaría de Asuntos Estudiantiles de la Universidad Nacional de Misiones (UNAM) abrió las inscripciones para acceder a los albergues universitarios, que proporcionan alojamiento a estudiantes con dificultades económicas. Según el secretario del área, Alexis Janssen, las inscripciones están disponibles hasta el 16 de marzo de 2025, y hasta este momento ya se registraron más de 400 inscripciones.
Los albergues, ubicados en distintos puntos de la provincia, ofrecen instalaciones equipadas para estudiantes de diferentes carreras. En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, Jansen destacó que estos alojamientos están especialmente dirigidos a aquellos alumnos que no pueden afrontar los costos de alquiler en las ciudades donde se encuentran las sedes universitarias.
Requisitos
Para postularse a un lugar en los albergues, los estudiantes deben ser alumnos activos de la UNAM y presentar documentación como el certificado de alumno regular, fotocopia del DNI, una factura de servicio, el certificado de buena salud y la información sobre los ingresos familiares.
“Buscamos calcular el ingreso per cápita y establecer una ponderación para ubicar a los estudiantes según su situación económica”, explicó Jansen y reiteró que “el formulario de inscripción estará disponible hasta el 16 de marzo. Nosotros estaremos en la oficina hasta el 23 de diciembre, y luego retomamos las actividades en enero. El período de inscripciones sigue abierto para aquellos que necesiten alojamiento”.
El impacto de la situación económica
Este año, la crisis económica afectó fuertemente a los estudiantes de la universidad. Aunque el equipo de la Secretaría de Asuntos Estudiantiles hizo todo lo posible para mantener las políticas de bienestar, la reducción del presupuesto y la inflación dificultaron las condiciones de vida de los alumnos.
Janssen mencionó que están cerrando relativamente bien el año, “aunque con muchas complicaciones. El presupuesto fue bastante complejo, especialmente con un Gobierno nacional que no tiene la educación pública como prioridad. A pesar de eso, tratamos de mantener las políticas de bienestar estudiantil con lo poco que teníamos, aunque tuvimos que reducir mucho las actividades, como las deportivas, que son fundamentales para la salud mental de los estudiantes. También se redujeron las becas de comedor, pasando de 4.500 bandejas diarias el año pasado a menos de la mitad este año. Sin embargo, hicimos lo posible por garantizar la continuidad de las clases y que los estudiantes pudieran seguir estudiando”.
En cuanto al panorama para 2025, el mismo es muy incierto, ya que el presupuesto destinado a las universidades podría verse nuevamente recortado. Janssen indicó que creen que “será un año aún más complejo en cuanto a presupuesto. Aunque tratamos de adaptarnos, ya recortamos muchas cosas este año, y eso no se ve reflejado en una mejora real. El presupuesto se redujo mucho en comparación con la inflación, lo que impacta directamente en los gastos de funcionamiento”.
En cuanto a la deserción estudiantil por cuestiones económicas, no pudo dar una cifra exacta “pero sí notamos una disminución en la cantidad de estudiantes, especialmente en los albergues universitarios. Alrededor de 100 alumnos dejaron de residir en los albergues, y muchos no pudieron continuar debido a la falta de recursos”.
