El cierre de un año puede llegar a provocar momentos de estrés, sobre todo en aquellos que se propusieron alcanzar varias metas y solo consiguieron algunas. Además, con las celebraciones de Navidad y Año nuevo, muchos suelen vivir la angustia de estar solos y también se registran los mayores casos de suicidios. Ante todo, ¿qué puede hacerse y por qué se genera esta situación?
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN la psicóloga Natalia Pino Roldán comentó que al terminar el año “es inevitable un cierre, ver a todos los que no se pudo ver durante año”. Es aquí donde a nivel cognitivo se hace un balance, donde las personas comparan “qué hice, qué logré y qué no logré”.
Es en este análisis que hacemos con los logros personales donde a veces “somos muy exigentes con nosotros mismos”, añadió. A nivel consultorio incluso, mencionó que durante diciembre aumentó la demanda “masivamente”.
Con una tendencia social a tener todo cerrado, Pino Roldán contó que se observa esta tendencia de que “hay que resolver todo antes de que empiece enero, eso es algo que se crea cognitiva”. En este sentido, aclaró que “después del 31 de diciembre la vida sigue igual, no pasa nada, no hace falta cerrar cosas”.
Por ello, resaltó que sería conveniente “no creer que al terminar el año uno tiene que tener cosas resueltas”. Entre las acciones a tener en cuenta, señaló que sería bueno “hacer una lista de proyectos que tenemos al iniciar el año y contentarnos con cumplir la mitad”.
Sin embargo, al notar que no logramos cumplir con varias metas que pueden considerarse importantes, la psicóloga afirmó que es bueno pensar en que “no somos máquinas” y muchas situaciones están sujetas al azar durante el año. Es así que, al tener objetivos a cumplir, “lograr un 20 a un 30% debería ser bueno y tener cosas pendientes, desafíos, también es bueno para seguir motivados para el año próximo”, agregó.
Asimismo, Navidad y Año Nuevo para algunos no son momentos agradables y se dan episodios de nostalgia: “Las fiestas tienen esta cuestión en Argentina de ser una reunión familiar. Sucede que mucha gente no tiene buenos entornos familiares y se ve obligada a tener que convivir durante estas fechas. Eso genera un gran monto de angustia, porque creen que no pueden romper el ciclo, cuando sí se puede decidir no estar más en entornos que nos dañan”.
Por otra parte, otros perdieron a seres queridos recientemente y tienen que pasar “la primera Navidad sin esa persona, eso angustia muchísimo, porque suelen tener la foto familiar completa”, agregó.
Natalia Pino Roldán destacó que durante esta época de fin de año la provincia está muy atenta a la prevención del suicidio, con guardias en el 911: “Personas que por ahí han tenido intentos (de suicidio) están más sensibilizadas en estas fechas, pueden llegar a tener otro intento”, relató.
A nivel social recordó que “no siempre uno tiene una familia que lo pueda contener, una red de amigos. Entonces es importante estar atentos al del lado”. Como manera de mediar con estas personas, comentó que una alternativa para quienes se sienten solos es “ir armando una red, porque tal vez hay otras personas solas, se pueden unir…”.
Es así que, para sobrellevar estos momentos de angustia, señaló “la importancia de mirar al costado, poder integrar al que tal vez no tenga toda una red de contención”.
Acerca de las consultas, la psicóloga afirmó que este año fueron numerosas porque “la incertidumbre es algo que angustiaba muchísimo a las personas. Hoy, bien o mal, uno siente un poco más de rumbo, estabilidad”. A su vez, “las cuestiones económicas también son un tema en estas fechas, con los regalos, los gastos, planificar vacaciones”, agregó.
Con todo este contexto, diciembre llega para los argentinos con “niveles de estrés que son muy altos en estas fechas”, sumado al cierre de las clases donde generalmente “las mamás han llegado agotadas a fin de año”. Es por ello que en la calle se sienten más las bocinas, los gritos, la tensión social y en este sentido recomendó “tratar de entender que no hay apuro, que el otro también puede estar desbordado y correrse de lugares en lugar de confrontarlos”.