La Navidad es sin duda una fecha muy especial, que no pasa desapercibida para nadie.
Algunos la viven con mucha alegría, la asocian con momentos de familia, luces, música, regalos y reencuentros.
Otros, ya sea porque sus seres queridos ya no están, o por distintas circunstancias, lo viven con tristeza, deseando que ese día pase rápido.
Lo cierto es que la Navidad tiene su magia, y si nos dejamos contagiar, podemos crear nuestra propia versión de la Navidad.
La idea de crear nuestra versión de la Navidad es dejar de compararnos con lo que se supone debe ser la Navidad, según lo que se ve en las películas, y empezar a crear como queremos que sea la nuestra.
Muchas y diferentes son las situaciones que podemos pasar y cobran mayor intensidad en éstas fechas.
Una pareja con hijos que se separa, un ser querido que fallece, una relación familiar que se daña, infinitas situaciones que hacen difícil transitar este día como nos indican las costumbres o vemos como modelo en las películas.
Esto genera frustración, mayor tristeza, ansiedad, expectativas que sentimos no podemos cumplir.
¿Qué pasaría si nos apartamos de esos “modelos de navidad establecidos” y creamos nuestra propia versión de la Navidad?
¿Cómo sería? ¿Con quién nos gustaría pasarla? ¿Qué nos gustaría preparar de comida? ¿Cómo nos gustaría vestirnos? ¿Nos gustaría organizar juegos?
Al crear “nuestra versión de Navidad” todo es posible, que nada nos limite, el cómo lo encontraremos luego de definir como nos gustaría pasar esa noche buena tan especial.
Una vez diseñada la Navidad soñada, comenzamos a palpitarla con canciones que nos llenen el corazón, haciendo las invitaciones, y preparando lo que elegimos.
Suena fácil, pero a veces romper con lo establecido no es tarea sencilla, aquí lo importante es el cómo.
Si lo hacemos desde la paz, sin entrar en choques, solo expresando con tranquilidad lo que nos gustaría y con la apertura para hacer algunas modificaciones que quizás no se nos ocurrieron, también predispone a los demás a probar algo diferente esta vez.
Si la persona con la que queremos pasar se encuentra muy lejos ¿Por qué no hacer una navidad virtual?
Si la persona con la que queremos pasar ya no está en la tierra ¿Por qué no hacerle una carta y poner en la mesa algo que la represente? ¿o contar anécdotas vividas con él o ella?
Si nos estamos separando y nuestros hijos estas fiestas no pasan con nosotros ¿Por qué no organizar una noche buena anticipada? O si son chicos ¿una merienda de navidad con juegos?
En nuestra “versión de navidad” todo es posible, solo hay que dejarse llevar por el espíritu de la navidad y sentir que para el amor, nada es imposible.
Natalia Moyano
Contadora con
corazón de escritora
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