Un grupo de trabajadores de San Pedro, integrado por pequeños productores, tareferos, prestadores de servicios y trabajadores de secaderos, se encuentra en una situación de emergencia económica y social.
Ante la falta de ingresos generada por la suspensión de la zafriña de verano, solicitaron formalmente al intendente Miguel Ángel Dos Santos que se habilite la cosecha al menos por tres semanas, una medida que consideran vital para la subsistencia de más de 4.000 familias afectadas.
La reunión tuvo lugar el pasado viernes 27 del corriente mes, un grupo de representantes de estos sectores entregó a Dos Santos una nota respaldada por 1.500 firmas, solicitando la reactivación de la cosecha de yerba mate al menos por tres semanas.
Este pedido, que también fue acompañado por el presidente del Concejo Deliberante, Claudio Yarmuzko, se presenta como una medida urgente para paliar las consecuencias de la paralización de la actividad en la región.
Junta de firmas
Una vocera de los tareferos, explicó a PRIMERA EDICIÓN que la suspensión de la zafriña en diciembre agravó una situación que ya era compleja. “Nos juntamos pequeños productores, tareferos, prestadores de servicios y personal de secaderos para armar la nota. Aunque no alcanzamos a recorrer todas las colonias ni los barrios, logramos reunir más de 1.500 firmas en poco tiempo. Fue un esfuerzo en conjunto porque entendemos que no hay tiempo que perder”, comentó.
El pedido no es menor: solicitan que se habilite la cosecha de verano por al menos tres semanas. Esta medida, según explican, permitiría a las familias generar ingresos suficientes para cubrir gastos inmediatos como alimentación, salud y deudas acumuladas.
“Pedimos tres semanas de trabajo, nada más. Con eso podríamos afrontar los meses más difíciles del año, que son enero y febrero. Siempre en diciembre arrancábamos la zafriña, pero este año no tuvimos esa posibilidad”, añadió la vocera.
Familias en crisis
La paralización de la zafriña dejó a más de 4.000 familias en una situación de vulnerabilidad extrema. La falta de ingresos no solo afecta a los trabajadores de la cosecha, sino también a otros sectores vinculados a la actividad yerbatera, como los trabajadores de los secaderos y los comerciantes locales.
“La mayoría de las familias están atravesando momentos muy críticos. Hay productores que han tenido que entregar sus herramientas para saldar deudas, y otros que están vendiendo lo poco que tienen para pagar tratamientos médicos”, detalló la representante de los trabajadores.
La situación también repercute en el comercio local, que enfrenta una caída significativa en las ventas debido al menor poder adquisitivo de la población.
“Si no hay trabajo, no hay dinero, y eso afecta a todos los sectores. El comercio está siendo muy perjudicado por esta situación”, señalaron los referentes durante la reunión con las autoridades municipales.
Una tradición interrumpida
La zafriña de verano, que tradicionalmente comienza en diciembre, es una actividad clave para la economía regional. No solo permite a las familias obtener ingresos adicionales para las fiestas, sino que también las ayuda a prepararse para enfrentar los meses de verano, cuando las oportunidades laborales son más escasas.
Este año, sin embargo, la cosecha no se inició en San Pedro debido a conflictos relacionados con el precio de la yerba mate. La referente señaló que esta decisión fue un golpe especialmente duro para la comunidad local, ya que en otras localidades la zafriña sí se llevó a cabo.
“Sabemos que en otras zonas se trabajó con normalidad. Eso nos genera más angustia porque demuestra que la reactivación es posible si se toman las decisiones adecuadas”, afirmó.
Trabajo digno
Durante la reunión con el intendente Dos Santos, los tareferos dejaron en claro que su pedido no está relacionado con subsidios ni ayudas económicas, sino con la necesidad de trabajar. “Nosotros no queremos que nos regalen nada. Solo pedimos que nos permitan trabajar. Eso es todo lo que necesitamos para salir adelante”, subrayó la trabajadora.
Además, enfatizaron que su reclamo es legítimo y pacífico. “Nunca salimos a cortar la ruta, ni lo haremos. Este es un pedido genuino para garantizar nuestra subsistencia, no para generar conflictos”, añadió.
Problemas de seguridad y tensiones en el sector
Otro tema abordado durante la reunión fue la necesidad de garantizar la seguridad de los trabajadores en el contexto de la cosecha. Según denunciaron, existen tensiones relacionadas con el transporte y la carga de yerba, que generan preocupación entre los productores.
“Queremos sentirnos seguros al trabajar. No buscamos conflictos, solo la tranquilidad de poder hacer nuestra tarea sin miedo”, expresaron.
Aumento del precio de la yerba
El aumento del precio de la yerba mate, aunque necesario para el sector, fue señalado como uno de los factores que complicaron el inicio de la zafriña. Sin embargo, los tareferos aclararon que no se oponen a este ajuste.
“Entendemos que el aumento del precio es necesario, pero necesitamos trabajar ahora para cubrir nuestras necesidades básicas. No podemos esperar”, explicó uno de los representantes.
El compromiso del Municipio
El intendente Dos Santos y el presidente del Concejo Deliberante se comprometieron a evaluar el pedido y gestionar posibles soluciones junto a las autoridades provinciales. Sin embargo, los tareferos insisten en la urgencia de una respuesta concreta. “Necesitamos que se cumpla el compromiso firmado y que se habilite la zafriña. Sin eso, no podremos sostener a nuestras familias”, remarcaron.
El pedido de los trabajadores yerbateros de San Pedro es un reflejo de las dificultades estructurales que enfrenta el sector. Con más de 4.000 familias afectadas, el reclamo es un llamado a garantizar el derecho al trabajo y la dignidad de quienes dependen de esta actividad para subsistir.
La resolución de esta problemática no solo impactará en las familias involucradas directamente, sino también en la economía local, que necesita urgentemente reactivarse.