El Ejecutivo nacional ha decidido no renovar los decretos que restringían la exportación de chatarra metálica. Según el ministro Federico Sturzenegger, la medida busca promover el reciclaje, abrir nuevas oportunidades para pequeñas empresas y expandir los mercados internacionales.
A partir de ahora, será posible exportar chatarra metálica, después de que los decretos 1040/20 y 70/23, que prohibían esta práctica, no fueran renovados. Esta decisión pone fin a una restricción que se mantenía vigente desde 2009.
Federico Sturzenegger, Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, anunció la medida en su cuenta de X. “El presidente Javier Milei ha reiterado en varias ocasiones que el poder del Estado no debe utilizarse para redistribuir ingresos de forma arbitraria entre los actores de un mercado. Por eso, ayer decidimos no renovar los decretos 1040/20 y 70/23, que prohibían la exportación de residuos metálicos y no ferrosos”, explicó.
El ministro señaló que esta prohibición había sido perjudicial por diversas razones. Primero, porque al reducir el precio local de los desechos, desincentivaba el reciclaje. Pero lo más negativo, añadió, era que impedía una gran cantidad de negocios de reciclaje que eran beneficiosos para amplios sectores de la economía, como el reciclaje de cables de cobre desechados por las compañías telefónicas, que tenían un mercado activo en el exterior. Sturzenegger también mencionó que el Gobierno había recibido múltiples quejas de empresas que no podían operar debido a esta restricción.
El ministro también criticó la medida por favorecer a los procesadores de chatarra, pero perjudicar a quienes la producían, en su mayoría pequeñas empresas de reciclaje, lo que llevaba a la pérdida de oportunidades de valorización de residuos.
Esta restricción, originalmente establecida en julio de 2009 con la intención de ser temporal, fue renovada varias veces bajo diferentes gobiernos, como los de Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández. “La eliminación de este tipo de medidas es el triunfo de la libertad sobre el lobby”, concluyó Sturzenegger.
El trasfondo de la prohibición
Los decretos establecidos durante la presidencia de Alberto Fernández, renovaron la suspensión de la exportación de chatarra y residuos metálicos, en su mayoría hierro, acero, cobre y aluminio. Según los fundamentos de esas normas, la industria siderúrgica argentina dependía de estos desechos para producir acero y carecía de un suministro adecuado de chatarra. De acuerdo con el Gobierno anterior, la medida buscaba aumentar la oferta de metales básicos y, como consecuencia, reducir los precios internos. También se esperaba que la competitividad de las empresas metalúrgicas y de otras industrias que utilizan estos metales como insumo mejorara.
Con esta nueva decisión, el Gobierno de Javier Milei apuesta a incrementar la competitividad y abrir nuevos mercados para el reciclaje. Se espera que la valorización de residuos genere más oportunidades para pequeñas y medianas empresas del sector y contribuya a la balanza comercial, al permitir que materiales reciclables se conviertan en una fuente de ingresos en dólares para el país.
Fuente: Infobae