La Luna atraviesa un ciclo de aproximadamente 29,5 días en el que muestra distintas fases a medida que cambia su posición relativa con respecto a la Tierra y el Sol.
Estas fases no implican un cambio físico en el satélite, sino que reflejan las diferentes proporciones de su superficie iluminada visibles desde nuestro planeta.
Así, la luna nueva ocurre cuando se encuentra entre la Tierra y el Sol, posicionada de tal manera que el hemisferio iluminado por el astro rey no es visible desde nuestro planeta. En este punto, la Luna no refleja luz hacia la Tierra y parece “desaparecer” en el cielo nocturno. Esta fase marca el inicio del ciclo lunar.
En la fase de cuarto creciente, la Luna ha completado aproximadamente una cuarta parte de su órbita alrededor de la Tierra, y comienza a ser parcialmente visible. Observamos la mitad de su superficie iluminada. A medida que los días avanzan, la luz visible de la Luna (llamada luz creciente) se magnifica.
La Luna llena se produce cuando la Tierra se encuentra entre el Sol y la Luna, y el hemisferio iluminado de nuestro satélite es completamente visible desde la superficie terrestre. Es el punto del ciclo en el que la Luna brilla con mayor intensidad en el cielo nocturno y suele atraer la atención de observadores.
El cuarto menguante ocurre cuando la Luna ha recorrido tres cuartas partes de su órbita; aquí vemos nuevamente la mitad de su cara iluminada (la mitad que faltaba en el cuarto creciente). El brillo visible de la Luna disminuye progresivamente cada noche, fenómeno conocido como “luz menguante”. Es la última fase antes de que regrese la luna nueva.
Todas las fechas de las fases lunares en 2025
Enero
Cuarto creciente: 5 de enero
Luna llena: 13 de enero
Cuarto menguante: 21 de enero
Luna nueva: 29 de enero
Febrero
Cuarto creciente: 3 de febrero
Luna llena: 12 de febrero
Cuarto menguante: 18 de febrero
Luna nueva: 28 de febrero
Marzo
Cuarto creciente: 5 de marzo
Luna llena: 14 de marzo
Cuarto menguante: 20 de marzo
Luna nueva: 29 de marzo
Abril
Cuarto creciente: 4 de abril
Luna llena: 13 de abril
Cuarto menguante: 19 de abril
Luna nueva: 28 de abril
Mayo
Cuarto creciente: 3 de mayo
Luna llena: 12 de mayo
Cuarto menguante: 18 de mayo
Luna nueva: 27 de mayo
Junio
Cuarto creciente: 2 de junio
Luna llena: 11 de junio
Cuarto menguante: 17 de junio
Luna nueva: 26 de junio
Julio
Cuarto creciente: 1 de julio
Luna llena: 10 de julio
Cuarto menguante: 16 de julio
Luna nueva: 25 de julio
Cuarto creciente: 31 de julio
Agosto
Luna llena: 9 de agosto
Cuarto menguante: 15 de agosto
Luna nueva: 23 de agosto
Cuarto creciente: 29 de agosto
Septiembre
Luna llena: 7 de septiembre
Cuarto menguante: 14 de septiembre
Luna nueva: 22 de septiembre
Cuarto creciente: 28 de septiembre
Octubre
Luna llena: 6 de octubre
Cuarto menguante: 13 de octubre
Luna nueva: 21 de octubre
Cuarto creciente: 27 de octubre
Noviembre
Luna llena: 5 de noviembre
Cuarto menguante: 12 de noviembre
Luna nueva: 20 de noviembre
Cuarto creciente: 26 de noviembre
Diciembre
Luna llena: 5 de diciembre
Cuarto menguante: 12 de diciembre
Luna nueva: 20 de diciembre
Cuarto creciente: 27 de diciembre
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Nombres de las lunas llenas
A lo largo de la historia, las distintas culturas han asignado nombres a cada luna llena del mes, basándose en fenómenos naturales, ciclos agrícolas o eventos recurrentes de su entorno. Las denominaciones más conocidas provienen de tradiciones indígenas de Norteamérica, aunque otras tienen raíces europeas.
Enero: luna del lobo
Se dice que este nombre proviene de los lobos que aullaban en las noches frías y largas del invierno, cuando las presas eran escasas. Representa la lucha contra la adversidad y la supervivencia en tiempos difíciles.
Febrero: luna de nieve
Febrero es uno de los meses más fríos en el hemisferio norte, a menudo acompañado por fuertes nevadas. Por ello, esta luna llena se asocia con los duros paisajes invernales y épocas de resiliencia.
Marzo: luna de gusano
Este nombre indica la llegada de la primavera en muchas regiones. Hace referencia a los gusanos que comienzan a aparecer en el suelo mientras la tierra se descongela. En otras culturas, es conocida como la Luna del Cuervo, en alusión al regreso de estas aves al terminar el invierno.
Abril: luna rosa
El nombre no tiene relación con el color de la luna, sino con la floración de los phlox, una planta de tonos rosados típica de la primavera en América del Norte. Simboliza nuevos comienzos y el renacimiento.
Mayo: luna de flores
En este mes, la naturaleza despliega su esplendor con abundantes flores. Este nombre señala la belleza de la primavera en su apogeo y es una de las lunas más festivas en contextos agrícolas y culturales.
Junio: luna de fresa
El nombre proviene de las comunidades indígenas del este de América del Norte, quienes lo asociaban con la temporada de cosecha de fresas silvestres. En Europa, también es conocida como la Luna de Miel, en alusión a antiguas tradiciones relacionadas con matrimonios y celebraciones bajo esta luna.
Julio: luna de ciervo
Este nombre hace referencia al crecimiento de nuevas astas en los ciervos machos durante esta época del año. Es un símbolo de renovación y fortaleza. También puede encontrarse como Luna del Trueno, debido a las tormentas frecuentes en el mes.
Agosto: luna del esturión
Dado que el esturión era abundante en los lagos y ríos de América del Norte en esta época, las tribus nativas la denominaron así. Representa la conexión con la naturaleza y la productividad asociada a los recursos naturales.
Septiembre: luna de cosecha
Esta es la luna llena más cercana al equinoccio de otoño en el hemisferio norte y marca un periodo clave para la recolección de cultivos. Su luz brillante permitía a los agricultores extender sus labores hasta altas horas de la noche.
Octubre: luna del cazador
Tras las cosechas de septiembre, las comunidades solían cazar animales para garantizar provisiones antes del invierno. Este nombre simboliza preparación y estrategia antes de la llegada de tiempos fríos.
Noviembre: luna del castor
El nombre está vinculado a las comunidades que colocaban trampas para castores en preparación para el invierno, aprovechando sus pieles para abrigarse. También simboliza el trabajo arduo y la previsión.
Diciembre: luna fría
El mes de diciembre está marcado por temperaturas bajas y noches largas; este nombre refleja el inicio oficial del invierno y las condiciones gélidas que predominarán.
¿Qué pasa en luna llena?
El calendario lunar y las fases de la luna siempre han tenido gran relevancia en distintas culturas, ya sea para medir el tiempo, como en la cultura islámica o china, o para otros usos en la agricultura, la pesca o incluso para saber cuál es el mejor momento para cortarse el pelo o qué día del mes es mejor para depilarse.
Cómo influye la luna llena en la salud
La Luna Llena aporta alegría y vitalidad. El cuerpo se recarga con más facilidad en esta etapa. Podemos aprovechar esta luz para enfrentarnos a nuestros bloqueos emocionales y entrar en un proceso de liberación. Y para evitar la sobrecarga emocional (que puede alterar el sueño), podemos canalizarla a través del deporte, el baile, el canto y la risa. En cuanto a la piel, se debe optar por productos de cuidado que contengan probióticos y aguas florales como los hidrosoles de romero, la lavanda, la rosa y la menta.
Paralelamente, cuando estamos en Luna Llena, a menudo nos sentimos más agitados, más perturbados, y por lo general dormimos mal. Un estudio realizado durante varios años demostró que las personas tardan más en dormirse (más de 5 minutos de media) y que la fase de sueño ligero aumenta en detrimento del sueño profundo (el más reparador). En total, dormimos 20 minutos menos las noches de Luna Llena. Para remediarlo, se recomienda no tomar alimentos ni bebidas estimulantes a partir del mediodía y comer algo ligero por la noche. También se puede optar por alimentos ricos en triptófano, precursores de la melatonina y la serotonina (como los plátanos, huevos, papas o lechuga) y tomar infusiones calmantes como pasiflora, manzanilla, lavanda o melisa.
¿Cómo hacer ayuno en Luna Llena?
La Luna Llena es el momento del mes en que retenemos más agua. “Durante los tres días alrededor de la Luna Llena, hay que beber muchos líquidos (al menos 1,5 litro), porque curiosamente, cuanta más agua se bebe, más se elimina a través de la orina. También hay que fomentar las infusiones de uvas rojas, procurar el drenaje linfático y la natación, si se puede’, explica la naturópata Aurélie Canzoneri.
Con la Luna Llena el ayuno intermitente es más eficaz durante períodos de al menos 16 horas: de 16:00 a 8:00 o de 20:00 a 12:00. O incluso mejor si lo haces desde las 16:00 al mediodía siguiente. Aprovecha para tomar infusiones diuréticas (como la cola de caballo, ulmaria, ortosifón o diente de león) y ayuda a tu hígado a hacer su trabajo posando una bolsa con agua tibia sobre él.
¿Qué hacer con el cabello en Luna Llena?
La Luna Llena simboliza la regeneración, por tanto, esta fase de la luna es la que promueve la reparación del cabello. Si vas a aplicarte un tratamiento de salud del cabello, te hará más efecto si lo haces en Luna Llena.
Además, se dice que la Luna Llena es la fase lunar ideal para transformaciones significativas ya que la energía de la Luna puede potenciar nuestra autoconfianza. Por tanto, si estás pensando en un cambio de look, elige hacerlo este fin de semana.
¿Es un buen momento para la pesca?
Aunque no hay un respaldo científico demostrado al cien por cien, lo cierto es que existe una influencia de la Luna sobre la pesca. Los pescadores a menudo consultan el calendario lunar para determinar cuándo es más probable que los peces estén activos.
Por ejemplo, cuando hay Luna nueva y Luna llena, se produce una mayor actividad de los peces porque es cuando más buscan alimento, así que la posibilidad de capturarlos también aumenta.
Además, es la época de más intensidad tienen las mareas, las corrientes son más fuertes y entonces los peces (tanto de mar como de río) también se mueven más.
¿Qué hacer con los cultivos cuando hay luna llena?
La Luna llena es el momento álgido para el follaje. Se trata de una fase clave, ya que es momento en el que el satélite emite la mayor cantidad de luz posible, algo que, a nivel vegetal, se traduce en una mayor movilización de savia y agua en el interior de tallos, hojas y frutos.
De hecho, algunos sugieren que las frutas recolectadas durante la luna llena son más dulces y jugosas.
Además de este desarrollo visible, se considera un buen momento para abonar, trasplantar e, incluso, cosechar. También se considera buen momento para quitar las malas hierbas del jardín o del huerto.