El futuro del mercado automotriz en Argentina podría experimentar un cambio significativo si el presidente argentino Javier Milei logra concretar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, una posibilidad que cobra fuerza desde el inicio de una nueva etapa en las relaciones bilaterales a partir del día 21 de enero. Este pacto, de concretarse, igualaría las condiciones arancelarias de los vehículos estadounidenses con las de Brasil y México, principales proveedores de autos importados al país.
Hoy en día, a los autos provenientes de Estados Unidos se les suma el arancel de importación del 35% por ser vehículos de extrazona, al que se suma una tasa de estadística del 3%, lo que encarece su precio en un 38% antes de sumar otros impuestos locales.
Aunque el Gobierno argentino eliminó restricciones a las importaciones al asumir hace un año, el volumen de autos provenientes de EEUU sigue siendo bajo. Esto se debe, en parte, a que los modelos que llegan son principalmente vehículos de nicho: SUV, pick-ups full size y deportivos de alto rendimiento.
Según Infobae, el costo de los vehículos estadounidenses refleja esta situación. Por ejemplo, la camioneta RAM 1500 Laramie Night Edition tiene un precio de US$ 92.700, mientras que las versiones Laramie y Rebel alcanzan los US$ 95.700. Por su parte, la RAM 2500 se vende en US$ 110.000.
Ford ofrece modelos como la F-150 Lariat Híbrida y la F-150 Tremor con precios de $102.831.300, mientras que la F-150 Raptor llega a $125.682.700. Chevrolet, desde diciembre, comercializa la Silverado, con precios que van desde $80.990.900 en la versión Z71 Trail Boss hasta $90.990.900 en la High Country.
Sin embargo, los SUV y otros vehículos enfrentan una carga impositiva adicional por el llamado “impuesto al lujo”. Modelos como el Jeep Grand Cherokee (US$155.000) y el Wrangler Unlimited Rubicon (US$147.000) son alcanzados por la segunda escala de este tributo, que impacta en un 53,8% efectivo sobre el precio.
Un cambio que podría revolucionar el mercado
Si se elimina el arancel de importación, los precios de los autos estadounidenses podrían reducirse significativamente, acercándose a los valores que hoy tienen vehículos fabricados en Brasil o México. Esto permitiría una mayor competitividad en segmentos donde estos modelos apenas tienen presencia debido a sus altos costos.
Además, la industria automotriz local también podría beneficiarse de un acceso más amplio al mercado estadounidense. Sin embargo, el impacto final dependerá de cómo se estructure el acuerdo y de las condiciones específicas que se definan para el sector automotor. De concretarse este pacto, se abriría una nueva etapa para los consumidores argentinos, quienes podrían acceder a una gama más amplia de vehículos de alta calidad a precios más accesibles.
Fuente: Infobae