El recordado sacerdote Francisco Vogel, popularmente conocido como el “Padre de los pañales”, habría cumplido 100 años este miércoles, ya que nació en Capioví el 22 de enero de 1925.
Ingresó al seminario menor de la Congregación de los Misioneros del Verbo Divino en 1936, a los 11 años, y a los 27, en 1952, fue ordenado sacerdote.
Como religioso, hizo sus estudios en Derecho Canónico en Roma, donde se doctoró.
Luego trabajó en los seminarios de Catamarca y de Rafael Calzada (Buenos Aires), como así también en la Parroquia San Juan Bautista de Valentín Alsina (Buenos Aires), antes de regresar a Misiones en 1992 para desempeñarse como representante legal del colegio Roque González de Posadas, hasta 1994.
Durante este tiempo se preocupó en organizar y crear las salas de 5 del Nivel Inicial, que comenzaron a funcionar a partir del 1 de marzo de 1995. El cariño con el que se paseaba por los pasillos del “Roque” y las misas que oficiaba en la capilla quedarán
grabadas por siempre en la memoria de quienes lo conocieron.
Además, acompañó a la comunidad de la Catedral y a distintas capillas de la capital provincial, especialmente a Nuestra Señora de Fátima, en la Bajada Vieja.
Desde 1998, Vogel estaba dedicado casi exclusivamente a la pastoral de los enfermos en el hospital Ramón Madariaga. También visitaba las salas de pediatría y de maternidad.
Con la ayuda que recibía de la gente, acercaba pañales, ropitas, rosarios e insumos a la sala de terapia infantil. En su “cruzada”, logró reunir 262 mil pañales y entregar miles de rosarios gracias al aporte de quienes colocaban las moneditas de diez centavos en las alcancías rosadas repartidas por toda la ciudad.
También se dedicó a misionar desde los medios de comunicación social a través de reflexiones en canales televisivos, en emisoras de radio y en diarios, entre ellos PRIMERA EDICIÓN. Allí desplegó su permanente buen humor, su estilo propio de anunciar el mensaje de Jesús y, por qué no, su amor por Boca Juniors.
Falleció en Posadas el 25 de marzo de 2007, víctima de un accidente cerebro vascular (ACV), cuando tenía 82 años y dos días después de haber cumplido 55 de sacerdocio.
Sus restos descansan en el cementerio privado de la Congregación del Verbo Divino, en Miguel Lanús.