En medio de la polémica instalada por gobernadores de las provincias con mayor volumen de producción agropecuaria y del campo que reclaman los alivios impositivos prometidos en campaña, el ministro Luis Caputo emitió un contundente mensaje en redes sociales que apunta a esos dos sectores y que, sorpresivamente, cambia las condiciones.
Trece meses después de la llegada al poder de La Libertad Avanza los datos tanto positivos como negativos son elocuentes, como también lo es la dualidad entre lo prometido y lo hecho. Inflación, muy bien; riesgo país, muy bien; equilibrio fiscal y financiero, muy bien; salarios vs inflación, mal; impuestos, peor que antes.
Lo evidente no es discutible. Volvió el impuesto a las Ganancias cuarta categoría, se prorrogó por decreto el impuesto a los pasajes aéreos al exterior hasta el 31 de diciembre de 2027 y todos los meses sube el impuesto a los combustibles… por nombrar algunos gravámenes que engrosan una larga lista que LLA había prometido acortar.
Frente a los reclamos de los gobernadores y del sector agropecuario, Caputo se despachó con un mensaje en el que aseguró que “este gobierno vino a bajar impuestos. Solo que, producto del desastre heredado y nuestro pésimo historial crediticio, solo podemos hacerlo si tenemos superávit fiscal. Costó mucho evitar una hiperinflación y lograr lo que hemos logrado en apenas un año. La ortodoxia fiscal y monetaria no es negociable, y es el mayor reaseguro para todos los sectores productivos de que Argentina ya no va a caer en las crisis que hemos estado inmersos por décadas”. Dicho de otro modo: el Gobierno abrocha ahora el alivio impositivo al superávit fiscal, algo que no estaba entre las condiciones expuestas anteriormente.
Caputo defendió que bajaron el “impuesto inflacionario. Ese que tiene correlación directa con el nivel de pobreza”. Sin embargo, es de destacar que, aunque a una velocidad menor, la inflación sigue erosionando el poder adquisitivo y los precios de alimentos y servicios esenciales no dejaron de subir.
También que la pobreza, que hoy sería del 39%, está en línea con la heredada de la gestión de Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa.