Durante el año que pasó, marcado por la recesión y el ajuste, los pedidos de subsidios por desempleo subieron 60%.
Este año, confiados en el equilibrio fiscal, la desaceleración inflacionaria y una debida, pero aún latente recuperación salarial, es de esperar que las solicitudes bajen.
El 60% referido antes representa a 174.335 empleados registrados despedidos sin causa atribuible, casi setenta mil más que en 2023, el doble de las 86.268 de 2022 y el más alto de la serie 2014/2024, de acuerdo a los datos de la Seguridad Social.
Los rubros fueron variados y construcción e industria manufacturera fueron los más afectados, justamente dos de los motores del empleo. Pero los hubo también en comercio, transporte, comida, alojamiento y cuanta actividad se desarrolla en el país. Como se advierte, el ajuste lo pagaron todos, menos “la casta”.