Sin mayores detalles, el Gobierno nacional anunció en las últimas horas el aumento de los controles y la posible militarización de la zona limítrofe entre Misiones y Brasil, específicamente en la Triple Frontera y entre Bernardo de Irigoyen y Dionisio Cerqueira.
La idea, que todavía está en fase de desarrollo en Buenos Aires, ya generó una fuerte controversia en el extremo más oriental del país, donde reina la incertidumbre y temen que perjudique más al comercio formal que al contrabando, que es lo que en principio se propone el Ministerio de Seguridad encabezado por Patricia Bullrich.
Así lo planteó a la FM 89.3 Santa María de las Misiones el presidente de la Cámara de Comercio de Irigoyen, Walter Feldman, quien advirtió que “los brasileños te preguntan si hay control, si no hay control, si va a haber, y no sabemos qué responderles. Realmente eso afecta al comerciante que tiene su comercio habilitado, que paga impuestos, que tiene empleados que pagar, porque lamentablemente la noticia se expande muy rápido y los que terminan sufriendo no son la gente que hacen las cosas de manera ilegal, sino la que está trabajando de manera correcta“.
Por eso lamentó la falta de comunicación desde la Nación hacia las zonas afectadas por sus medidas: “En realidad se ven por ahí camionetas de la Policía Federal y un poco más de control de Gendarmería desde el lunes, pero no tenemos nada concreto, es como que la información nos cayó de arriba y estamos a la expectativa de saber qué va a pasar, a ver si se van a comunicar con los empresarios, con la gente de la zona, a ver cuál es su planificación”.
Feldman admitió que “no está mal que se hagan controles, porque hay pasos clandestinos que tal vez habría que enfocar”, pero “de manera ordenada, con una información concreta y una planificación para que nosotros sepamos qué decir al público que nos visita siempre”.
Recordó al respecto “nuestra frontera es algo diferente a las otras, la gente puede incluso hacer actividad física pasando de Argentina a Brasil sin ni siquiera pasar por el punto migratorio, entonces es como venir a tirar tierra” sobre esa idiosincrasia local.
“La que pasa por este lugar es la gente que viene a hacer turismo de compras: viene a buscar un vino, un chocolate, dos o tres bolsitas de mercadería, no son los camiones de carga (de contrabando) los que pasan por este sector ni se ve esa imagen con camionetas rebosando de mercadería” como ocurre entre Salta y Bolivia, remarcó.
Sin embargo, protestó el empresario, “las noticias que salen hoy es que van a hacer una barrera, que van a poner efectivos y que van a cerrar todos los pasos fronterizos. Nos venden una imagen de una frontera peligrosa que no la tenemos“.
Entonces, este tipo de anuncios, alertó, “destruye la imagen de la frontera y provoca un golpe sociocultural y ala integración que nosotros venimos trabajando en todos estos años”.
Además, advirtió que el extranjero que escucha estas noticias “lo primero que relaciona es: ‘Argentina cerró la frontera, no se puede ir’. Y toda esa mala información después nos cuesta mucho a los comerciantes revertirla y transmitir una buena imagen: tenemos que invertir en marketing, en publicidad, en radio”.
Por eso “lo que nos molesta a los comerciantes es que no hay una planificación organizada con la gente de la zona, sino que siempre las decisiones las toman a nivel nacional y gente que no conoce nuestra realidad“, sentenció.