El anuncio del presidente Javier Milei de que en los próximos días se instrumentará la salida de Argentina de la Organización Mundial de la Salud provocó un cimbronazo en la opinión pública nacional, con voces polarizadas a favor y contra.
Ahora bien: ¿cuál sería el impacto real de esta medida en caso de que se concrete? Para responder a esta pregunta, la FM 89.3 Santa María de las Misiones recurrió a una licenciada en Relaciones Internacionales, la rosarina Natalia Pettinari, quien evaluó que el anuncio sobre todo “tiene que ver con alinearse a la política de los Estados Unidos” y advirtió que “no pertenecer a un organismo tan importante tiene su impacto”, aunque “no sé hasta qué punto puede llegar a influir“.
“El Gobierno lo que trata de hacer es minimizarlo y decir que nosotros dependemos de la Organización Panamericana de la Salud, que depende de la OEA (Organización de Estados Americanos), que es más regional. Pero no es lo mismo”, advirtió Pettinari, quien apuntó a la importancia de que exista un organismo internacional que coordine, como ocurrió hace cinco años con la pandemia de COVID-19.
Lo que pasa es que “Javier Milei siempre fue muy crítico con este tema, por cómo (la OMS) trató la pandemia, que tardó mucho en en declarar el estado de pandemia, la falta de firmeza con China, donde se originó el virus, mensajes contradictorios sobre los barbijos, la gestión de las vacunas, la lentitud para establecer el origen del virus… Hubo muchas críticas y se criticó la falta de liderazgo de la Organización Mundial de la Salud“, ¿no?
“Más que nada, esta política del Gobierno que se anunció esta mañana tiene que ver con alinearse a la política de los Estados Unidos: una de las cosas que dijo Donald Trump apenas asumió es que se retiraba de la Organización Mundial de la Salud, y Argentina lo hace en el marco de esta política tipo vuelta a las ‘relaciones carnales’ de los años ’90, el Gobierno lo toma en clave ideológica“, analizó la especialista.
En cualquier caso, planteó, “esto lo que hace no es más que aislar a Argentina y a Estados Unidos, y en el caso de Estados Unidos es más grave por su importancia dentro de la Organización Mundial de la Salud, por los aportes que hace y porque es una de las medicinas más avanzadas del mundo”.
Sin plata y con soberanía
En este sentido, la licenciada en relaciones internacionales explicó que la OMS no financia a los países, sino que son los países los que financian a la Organización Mundial de la Salud. “Que se vaya a Estados Unidos significa un recorte importantísimo en los fondos de la organización y en los trabajos que hace, le reduce muchísimo la capacidad de acción”.
Por su parte “Argentina no influye para nada en la balanza, el tema es que no los sigan otros países, que no creo”.
Pettinari hizo hincapié también en una de las frases lanzadas esta mañana por el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien dijo que “Argentina no va a permitir que ningún organismo intervenga en nuestra soberanía y mucho menos en nuestra salud”.
Pero -aclaró la especialista- “la Organización Mundial de la Salud no te quita ninguna soberanía: cada estado decide si toma las medidas y recomendaciones de la OMS, que es un grupo de médicos especialistas que, porque tienen este conocimiento, deciden cuestiones que tienen que ver con la salud. Es como no entender los organismos del sistema internacional“.
“Ante problemas planetarios cada vez más complejos, que hoy más que nunca requieren soluciones y acciones colectivas, globales, multilaterales -porque hoy el mundo está más conectado que nunca-, quedarse afuera es ir en contra la corriente”, remarcó.
Para ella, en un mundo globalizado e hiperconectado, “es casi imposible quedarse afuera” de la información y la investigación sanitaria, pero matizó que es peligroso “justamente hoy, cuando hay más riesgos globales que nunca, hay desinformación generalizada en el mundo que necesita regulación, polarización en redes sociales, donde hay eventos climáticos extremos que necesitan coordinación de países. Entonces se necesitan más que nunca estos organismos supranacionales que ayuden a coordinar, y después (cada) estado decide si hace caso o no“, insistió.