El mayor acelerador para el cambio y el crecimiento es cambiar nuestro entorno. El cambio de lugar, de personas con las que frecuentamos, de tareas a realizar, rompe nuestra rutina, genera una incomodidad que nos estimula a aprender.
La rapidez del aprendizaje se acelera exponencialmente porque para poder estar en ese nuevo lugar con la sensación de control, hacemos foco en lo que se necesita aprender y lo hacemos, con poca o ninguna demora.
Nuestro entorno nos influye de manera directa y por eso es tan importante observar sin juicio, en que entorno frecuentamos, si nos sentimos a gusto o desearíamos cambiarlo, si nos sentimos valorados y nos impulsa a más o es todo lo contrario.
Somos seres sociales y aprendemos por imitación, por lo que oímos, vemos y experimentamos y todo esto está ligado de forma directa a nuestro entorno.
Elegir lo que leemos, los programas que vemos, las músicas que nos acompañan durante el día, las personas con las cuales compartimos son de vital importancia para nuestro equilibrio y desarrollo personal.
Viajar a otra ciudad con otra cultura, idioma, creencias o cambiar de trabajo con personas, tareas e ideologías diferentes; son desafíos poderosos que nos ayudan a dar el salto que queremos.
Decidir terminar una relación, comenzar otra, alejarnos de algunas personas y tener más contacto con otras, nos va modelando hacia la persona que queremos ser.
Practicar el “cambio de lugar mental”, esto es, tener el hábito de preguntarnos ¿de qué otra forma se puede hacer o interpretar esto? nos ayuda a lograr flexibilidad y favorece la relación con nuestro entorno.
La idea es elegir el entorno donde nos gustaría estar y aprender cómo piensan, qué hacen, cómo afrontan los desafíos las personas que ya están ahí, entregarnos a la experiencia y aprender.
Ser conscientes que permanentemente elegimos, que estamos al mando de nuestro barco y lo manejamos con nuestras decisiones, con los desafíos que aceptemos tomando decisiones desde el respeto por lo que sentimos.
Natalia Moyano
Contadora con
corazón de escritora
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