Por:Diego Luján Sartori
Hemeregildo es dictador de Pueblo Chico. No es mal gobernante. No se sabe a ciencia cierta desde cuando los Hemeregildo gobiernan en Pueblo Chico. Sin embargo, suele recordar que su padre, su abuelo y bisabuelo lo hicieron, todos ellos del mismo nombre y talante.
Si bien este Hemeregildo es tolerante, hay dos temas que no tolera que se le planteen: elecciones para dictador y de almanaques.
En Pueblo Chico, hay elecciones para elegir reinas, concejales, comisiones varias. Pero ni hablar de dictador. Ya que recuerda Hemeregildo, que uno de sus ancestros, fue electo dictador.
Pueblo Chico es una comarca muy bonita, con sembradíos e industrias. Tiene mucha actividad comercial y los turistas la visitan para ver como es este lugar gobernado desde tiempo inmemoriales por los Hemeregildo.
El otro tema tabú para el gobernante son los almanaques. Es que el acta de designación como primer dictador de Pueblo Chico, está fechada un 30 de febrero, de un año ignoto. Porque en el documento de referencia en el lugar del año está carcomido y no se ve la fecha fundamental de la pintoresca dinastía.
La única vez que este Hemeregildo montó en cólera, fue cuando unos influyentes vecinos le llevaron viejos almanaques de antes y los futuros, en ninguno figura un día 30 de febrero.
Se hacía mentas que uno de sus tíos era de gran prosapia, tomador de vino y contador de chistes. Solían formarse ruedas en torno suyo, para escucharlo, siempre regado el ambiente con torrentes de vino. Otro de sus tíos tenía fama de avaro y con unas pocas monedas forjó una gran fortuna. Vive en un pequeño y lujoso castillo.
Pero un primo a pesar de ser laborioso no progresa e imprimió en todo el pueblo la frase “el pobre no se puede divertir”. Porque cada vez que está a punto de lograr un cometido, algo ocurre y se frustra.
En fin, Pueblo Chico, ya es bastante grande, pero no le quieren cambiar el nombre y menos aún Hemeregildo, no vaya a ser cosa que su título se frustre, el viejo documento con fecha tan particular y año desconocido dice se nombra a Hemeregildo “Dictador de Pueblo Chico”.
Todos sus hijos varones se llaman Hemeregildo, por eso de la sucesión gubernamental, puesto que el mentado documento de fecha tan particular expresa: a Hemeregildo, lo sucederá Hemeregildo.
Una revuelta encabezada por el comisario, el juez de Paz, ilustres comerciantes y el cura apretaron a Hemeregildo para fije fecha de finalización de su mandato.
El dictador, se arrellanó en su sillón, se puso de pie y expresó con calma: señores, estoy de acuerdo con ustedes. Abrió una caja fuerte, extrajo el documento de marras, como dice acá voy a entregar el poder cuando sea 30 de febrero. Todos se acercaron a ver la cláusula y esta decía: Hemeregildo entregará el poder el 30 de febrero…aunque no se podía ver el año.
Un pícaro vecino, ideó un plan para destituir a Hemeregildo, fue a la imprenta e hizo imprimir un particular almanaque en el que el mes de febrero figura un día 30. Lo hace circular por toda la comarca. Todos estaban felices, pues por fin acabaría el gobierno de Hemeregildo.
Se formó un tumulto en la plaza donde había bustos de al menos 10 Hemeregildo, de distintos tiempos. Convocaron al gobernante, le mostraron el almanaque, y este Hemeregildo bajó la mirada y resignado exclamó: “llegó el fin de nuestra heredad como gobernantes, que el pueblo vuelva a elegir un dictador”.
Al poco tiempo el pueblo era un torbellino, vecinos que nunca discutieron lo hacen ahora. Hay como muchos candidatos a dictador, cada cual con su estrafalaria propuesta. Un partido de fútbol se suspendió, porque los de camiseta roja, acusan a los de camiseta verde que habían comprado al árbitro, que era su partidario.
En cada bar, en cada barrio se formaban corrillos de políticos. La economía empezó a resentirse. En la Casa de Gobierno Hemeregildo espera la llegada de su sucesor. El cambio de mando será el 30 de febrero y durará hasta el próximo 30 de febrero.
Pueblo Chico, por ahora sigue siendo gobernada por Hemeregildo, porque las elecciones se anularon, por haber empatado todos los candidatos, eran tantos que el empate fue de un solo voto.