El propio ministro de Ecología, Martín Recamán, admitió que el robo de madera es un problema que crece y es difícil controlar las reservas privadas o los parques provinciales que componen las áreas naturales protegidas de la provincia de Misiones, situación que pone en riesgo el principal patrimonio ambiental de la provincia. Para ello creó un Comité de Crisis y comenzará a relevar a los vecinos de los parques provinciales porque cree que algunos podrían estar vinculados a este ilícito.
En este sentido, hay sectores de la economía, muy importantes, que se ven gravemente perjudicados por este flagelo que crece, y piden que haya sanciones más duras debido a que suelen ser “los mismos de siempre” y son conocidos en el ámbito provincial ya que reinciden una y otra vez a causa de las leves condenas.
En declaraciones a FM 89.3 Santa María de las Misiones el propio Recamán confirmó que el maderero que se encuentra prófugo por el robo de más de 80 árboles en el Parque Provincial Piñalito, a principios de 2025, ya tenía numerosos antecedentes por hechos relacionados.
Las principales cámaras de madereros de Misiones, que integran a productores y aserraderos que trabajan en forma legal, comprando rollos del monte o produciendo su propia madera, pagando las guías y los trámites formales; reclaman que la Provincia actúe con más severidad.
Para ellos, los ladrones de madera representan una competencia desleal ya que los ladrones de madera no compran la madera, no la producen, no pagan guías ni realizan los trámites formales, lo que les permite ofrecer mercadería a precios mucho más bajos.
En este sentido, Guillermo Fachinello, presidente de la Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y Norte de Corrientes (APICOFOM) y referente de la Confederación Económica de Misiones (CEM), indicó que “esto se ve mucho en bosque nativo” y hace que trabajar sea “mucho más complicado”.
En declaraciones a PRIMERA EDICIÓN dijo que “hay que modificar algunas leyes y que sean más rigurosos, que no entren y salgan tan rápido” y sugirió que se debería “confiscar las máquinas para que los castigos sean mucho más importantes”.
Además, consideró que “se debe buscar que esa madera tenga más valor agregado en todo el proceso industrial, lo que nosotros llamamos cosechar el monte, no talarlo, y eso hacen las empresas que están legalizadas con todo un protocolo que es el camino que hay que seguir”.
Por su parte, César Jakimczuk, presidente de Madereros Autoconvocados, señaló que “los que hacemos las cosas bien estamos preocupados por el robo de madera en los parques”.
“Lo primero que salió en las noticias es que nos metieron a todos en la bolsa, diciendo que hay que controlar a todos los madereros”, dijo y aclaró que “los que trabajamos con madera sabemos más o menos siempre son la misma gente, siempre tienen algún problemita, eso complica mucho”.
Remarcó que “es una competencia desleal. Imagínate, no solo que no pagan las guías, sino que la madera es gratis, no la pagaron”. Y comparó que: “Nosotros tenemos que comprar el monte, o a no ser que tenga una propiedad privada propia, pero la mayoría tenemos que comprar los rollos y pagar la guía y pagar la elaboración. Y esta gente no pagan guía, no pagan los rollos”.
“Aberrante”
“Es aberrante lo que está pasando, y más en un parque. Realmente hay que tomar medidas tan fuertes que directamente ni se le ocurra, ni se le pase por la cabeza volver a hacer algo parecido”, opinó Jakimczuk.
En lo que va de 2025 ya se registraron tres graves robos de madera en áreas naturales protegidas de Misiones y dos fueron en Parques Provinciales, que tienen categoría roja de conservación, el máximo nivel de intangibilidad.
El primero fue en el Parque Piñalito, en el Departamento de San Pedro; el segundo fue en el Parque Provincial Urugua-í, municipio de Wanda; y el tercero fue en una reserva privada ubicada en San Pedro que se encuentra lindante con el Parque Provincial Esmeralda. Se estima que se llevaron madera por más de 150 millones de pesos, a valores actuales del mercado.
Los trabajadores del Ministerio de Ecología aseguran que la situación no va a cambiar mientras no se mejore la asignación de presupuestos para incrementar el recurso humano y los equipamientos.
Guardaparques e inspectores forestales, consultados por este Diario, aseguraron que trabajan en condiciones precarias, con guardias mínimas y casi sin reemplazos, sin vehículos ni combustible para patrullar, ni equipamiento de comunicación entre los parques.
Esta situación de precariedad debe resolverse con la decisión política de asignar más recursos, pero es una medida que no se viene tomando en ninguna de las gestiones de los últimos 10 años en Ecología, aseguran.