A pesar de que aún no se conocen datos oficiales ni siquiera concretos del rumbo que podría tomar la desregulación en el rubro inmobiliario anunciada por el Gobierno nacional, la Cámara Inmobiliaria de Misiones (CIM) se reunió ya el pasado viernes con el objetivo de “abrir el paraguas” y estar preparados ante el posible impacto que podría tener en el sector en caso de concretarse.
“Nos estamos manejando por las versiones que estamos escuchando en los medios. Por ahora son todo versiones que se están trascendiendo, pero todavía no hay nada oficial. Así que estamos ‘abriendo el paraguas’ y adelantándonos un poquito por si sale una medida oficial que estemos mejor parados”, ratificó a la FM 89.3 Santa María de las Misiones el presidente de la CIM, Jorge Ferreira.
“Nosotros profesionalizamos a la actividad inmobiliaria y vamos vamos a pelear hasta lo último para tratar de que nuestra profesión siga manteniéndose como viene hasta ahora“, advirtió Ferreira, quien aclaró que habla en nombre de la CIM pero “en la provincia vamos a la par con el Colegio de Corredores Inmobiliarios“, el cual -aseguró- “apoya totalmente cualquier decisión que haya que tomar ante cualquier medida que quiera impulsar el Gobierno nacional en contra de nuestra actividad”.
En cualquier caso, aclaró que la mencionada desregulación del sector ya es algo que está vigente en cierto modo en la práctica: “En principio, lo que se está hablando es que se va a liberar el mercado como para que cualquier agente pueda intermediar en cualquier operación de compra, venta y locación de inmuebles. Pero hoy en día el mercado inmobiliario está abierto: los corredores inmobiliarios no tenemos la facultad exclusiva para intermediar, cualquier propietario lo puede hacer directamente e incluso existen en el mercado inmobiliarias que no pertenecen ni al colegio ni a la cámara inmobiliaria. Por eso estamos viendo en realidad qué es lo que quieren proponer”.
Al mismo tiempo, recordó que “a nosotros nos regula una ley provincial y estimamos que cada provincia se va a seguir manejando de forma independiente, por eso hay que ver cómo serán las acciones a nivel nacional”.
Lo que sí preocupa más al sector es que “el Colegio (de Corredores Inmobiliarios) es un ente regulador para que la la actividad esté un poco controlada, que no haya tanto manoseo y que no se produzcan estafas: si a un ciudadano de buena fe viene cualquiera que quiere intermediar en un negocio inmobiliario y le estafa, ¿después qué pasa? No habría quién lo defienda” en un mercado totalmente desregulado, remarcó Ferreira.
“Tratar con una empresa inmobiliaria que pertenece la Cámara, con sus titulares inscritos en el Colegio de Corredores, da transparencia, legalidad y seguridad sobre todo al ciudadano”.