El juez de Instrucción 3, Fernando Luis Verón, ordenó ayer que al agente de la Policía de Misiones, Nicolás Takechi Yamaguchi, detenido por el robo e intento de femicidio de Ana María Oleynicak el martes 11 de febrero, le tomen una muestra compulsiva de rastros biológicos para cotejar genéticamente con las muestras obtenidas hasta el momento.
La decisión del magistrado derivó un día después que los abogados del imputado le aconsejaran que se negara a la pericia forense. Ante la negativa manifestada al avance de la herramienta judicial, se determinó que los registros se realicen de manera compulsiva.
La medida apunta a que se obtenga el patrón de ADN del suboficial de 26 años detenido el lunes en Bernardo de Irigoyen tras entregarse en la Unidad Regional XII seis días después que se ordenara su captura nacional e internacional. El registro servirá para cotejar los rastros genéticos hallados en la vivienda del ataque en el barrio El Palomar y en la vivienda del policía en el barrio Itaembé Miní, donde se secuestraron prendas de vestir con manchas de sangre, pocas horas después que se iniciara su búsqueda.
Vale remarcar que cuando se allanó la casa de Yamaguchi, el suboficial ya había desaparecido, minutos después de solicitar licencia al médico de la Unidad Regional X, donde presta servicio, por lesiones en sus manos que denunció el martes al atardecer en la comisaría Segunda como resultado de haber sido víctima de un intento de robo en la vía pública.
La vendedora de joyas y relojes, entre otros elementos, fue rescatada cuando su vivienda de calle Pedro Méndez 2275 se quemaba. Los policías y vecinos que la asistieron, lograron que recuperara el conocimiento y antes de ser trasladada al Hospital Ramón Madariaga, ella habría alcanzado a indicar: “El japonés, fue el japonés”.
Los investigadores de la Dirección Homicidios obtuvieron de inmediato los testimonios que indicaban la primera sospecha sobre Yamaguchi, a quien lo definieron como un allegado a Oleynicak al que conoce “desde gurisito”.
Se avanzó también en el expediente en dirección a que el objetivo del crimen fue el robo de dinero y joyas de la víctima y que para lograrlo con mayor seguridad de impunidad, el agresor buscó quitarle la vida.
La víctima continúa internada en terapia intensiva del Madariaga en estado grave y asistida por un respirador, afectada por la inhalación de humo y con heridas de arma blanca.