El 30 de abril del 2022, su madre lo vio por última vez cuando el menor de 15 años salió de la vivienda del barrio San Miguel. Como no regresaba, temió por su hijo y rápidamente fue a pedir ayuda a la policía. Pero Josías Ezequiel Galeano fue hallado poco más de un mes después, sin vida en un bañado lindante al barrio Prosol de Oberá.
En esas horas, se conocía que habían detenido a Rogelio Andrés “Koki” Texeira, entonces de 26 años, como sospechoso del hecho. La investigación lo señaló como el autor de la muerte del menor y ahora ya tiene fecha de juicio.
El Tribunal Penal de Oberá estableció los días martes 25, miércoles 26 y jueves 27 de marzo, las audiencias para juzgar al acusado por el delito de “homicidio”, el cual prevé una pena de entre ocho y veinticinco años de prisión en caso de ser hallado culpable.
En diciembre de 2023, la Cámara de Apelaciones confirmó la elevación a juicio contra el detenido y a partir de ese momento restaba conocer cuándo iba comenzar a ser juzgado. La agenda del Tribunal estableció que el crimen que conmovió a la sociedad obereña y por el cual hubo numerosas marchas con pedidos de justicia, será uno de los primeros juicios de este 2025.
Búsqueda
En un principio la madre de Josías temió que la policía estuviera involucrada en la desaparición del chico, por un incidente ocurrido anteriormente.
Efectivos de la UR-II desplegaron rastrillajes por toda la jurisdicción, sin que hubiera ni un solo rastro.

Una versión indicaba que había escapado hacia una localidad bonaerense, donde fue escondido por un familiar.
A medida que pasaban los días y nada se sabía del menor, sus padres Cristian Galeano (sargento de la policía) y Carolina Rodríguez, llegaron hasta casa de Gobierno y fueron recibidos por el gobernador de entonces, Oscar Herrera Ahuad, y el ministro Marcelo Pérez. De esa reunión surgió la posibilidad de ofrecer una recompensa por datos certeros que permitieran ubicarlo.
Detención y hallazgo
El viernes 3 de junio de 2022, los investigadores pudieron saber que “Koki”, el que había sido visto por última vez con Josías, andaba por la zona de Colonia Chafariz, cerca de San Vicente. Un tarefero, que lo conocía indicó que él le llevaba alimentos a una persona que estaba escondida porque lo buscaban por el caso Josías. Fueron hasta el lugar y lo aprehendieron.

En sus primeros momentos en calidad de detenido, habría dicho dónde estaba el cuerpo del adolescente y por eso pudieron encontrarlo con las últimas horas de ese día.
El cadáver estaba en estado de descomposición, por lo cual si bien no se podía confirmar que fuera el de Josías, todos los indicios apuntaban en esa línea.
A través de los tatuajes, confirmaron que se trataba del menor pero los forenses no pudieron determinar la causa de muerte. Las pericias sobre sus tejidos y sangre determinaron que murió por asfixia por sumersión. Esa fue la causa, definida en un amplio porcentaje por la detección en la médula espinal de unos microorganismos que viven en el agua denominados diatomeas, los cuales pueden llegar hasta ese lugar del cuerpo solo si la persona se encuentra con vida.
Pero otro dato importante de la investigación que estuvo a cargo primero por el magistrado Horacio Eriberto Alarcón, y luego continuada por Pedro Benito Piriz, responsable del Juzgado de Instrucción 1 (quien terminó por elevar la causa), fue que un testigo reveló que con sus brazos, Texeira le había hecho una llave al cuello a Josías. Cuando el menor reaccionó para intentar liberarse lo apretó más fuerte.
Al creerlo muerto lo dejó en el bañado, donde presuntamente inconsciente, Josías quedó semisumergido en el agua.
La familia de Josías debió esperar 81 días para que identificaran su cuerpo y poder velarlo.