Hay un aumento a nivel mundial de casos de sarampión y comienzan a encenderse las alarmas. Sin embargo, es muy importante saber de qué manera prevenir y reconocer los síntomas de esta enfermedad.
La médica infectóloga, Elizabeth Patricia Bogdanowicz, miembro del Comité de Infectología Pediátrica de la Sociedad Argentina de Pediatría, dialogó con la FM 89.3 Santa María de los Misiones y dio un panorama de lo que está pasando con esta enfermedad.
“Hay un aumento mundial del sarampión; el sarampión es una enfermedad potencialmente erradicable; pero en todas partes del mundo está demostrando un aumento de su impacto; y esto tiene que ver con un consideración que fue hecha a propósito con su vacuna; países que tienen baja tasa de vacunación; países como la Argentina que le cuesta recuperar una cobertura segura después de la pandemia”, detalló la pediatra.
Además, recomendó que “Hay que ocuparse y hay que preocuparse para estar preparados para la aparición de casos; sin que nosotros perdamos nuestra condición de país que no tiene casos autóctonos durante el curso de un año en forma sostenida con circulación poblacional de sarampión, desde el año 2000″.
“Somos un país libre de circulación propia, pero no estamos libres del ingreso de casos de sarampión, que fue lo que pasó desde enero pasado hasta la fecha en la Argentina”, reconoció la también infectóloga.
“Días atrás dos niñas rusas ingresaron al país, tras haber hecho escala en Emiratros Arabes, en Brasil, entre otros puntos del globo. A su arribo a Buenos Aires, en principio la neña de 6 años presentó sintomatología de sarampión, cuyo diagnóstico fue confirmado en el país; luego se enfermó su hermana de 20 meses. Lo que no se pudo confirmar es si las niñas rusas estaban vacunadas contra el sarampión”.
Además, añadió: “En la misma comuna de Buenos Aires y próxima a esta familia donde las dos niñas estaban infectadas con sarampión, se identificaron dos casos más. El primero fue una persona de 18 años y el segundo, una de 40 años; en los dos casos las mismas estaban vacunadas contra esta enfermedad”.
Por lo que luego de relatar lo sucedido con estos cuatro casos, se le consultó a la doctora qué hacer ante el avance de enfermedad .
“Hay que realizar tres cosas sustanciales; La primera de ellas es: mejorar las coberturas de vacunación. Este es un tiempo ideal para ello. La vacuna triple viral que inmuniza contra el sarampión, las paperas y la rubéola es una que debe colocarse al ingreso escolar; además de la dosis del año de vida; tiene un refuerzo al ingreso escolar, por lo cual es muy importante cumplirla”.
El segundo ítem es para los médicos: “Los profesionales deben tener presente que se debe vigilar y estudiar en forma dirigida a lo que nosotros llamamos ‘la enfermedad febril exantemática’. El exantema son las manchas en la piel que producen el sarampión, la varicela, la rubéola. Entonces debe hacerse un correcto estudio a cualquier persona, independientemente de su edad y estado de vacunación, cuando consulte con fiebre de más de 38,5° de más de 24 horas de evolución; y así se podrá identificar si son casos de sarampión, rubeola, varicela y hasta el dengue”.
El tercer punto a tener en cuenta es, el manejo adecuado de los contactos: “No es identificar el caso y nada más. En las próximas 48 horas subsiguientes a la identificación del caso de sarampión, las autoridades sanitarias locales deben hacer lo que se llama ‘las acciones de bloqueo’. Se debe notificar a las autoridades las sospechas de la enfermedad febril axentemática, se deben mandar las muestras de sangre, orina y el hisopado de la garganta -par estudiar la presencia del virus de sarampión, varicela o rubéola-; y mientras tanto se debe examinar a los convivientes, ver si están vacunados, que edades tienen. Si tienen más de seis meses y no están vacunados deben recibir de inmediato la vacuna para bloquear la diseminación de la enfermedad”.
La profesional también aclaró quiénes no se pueden vacunar: “Los pequeños menores de seis meses, las personas gestantes, ni tampoco las personas que tengan alguna enfermedad que comprometa su estado inmunológico”.
Por último reseñó: “En general el sarampión es una enfermedad benigna. Tras la aparición de la enfermedad y durante siete días el pequeño no debe asistir a la escuela, ya que puede contagiar, durante ese lapso deben controlarse médicamente y quedarse en la casa. Si tiene la necesidad de ir a realizarse algún control médico debe asistir al mismo con un barbijo, al igual que sus acompañantes; y al ingresar al centro de salud tratar de ser asistido rápidamente para evitar la diseminación del sarampión”.