Un hombre de 31 años murió tras ser reducido, atado y golpeado por un grupo de vecinos de la localidad de Olivera, perteneciente al partido bonaerense de Luján. Fue identificado como Jeremías Sosa y, según explicaron fuentes policiales, lo acusaban de haber robado en varias casas y por eso lo atacaron.
Todo ocurrió este sábado, pasadas las 22, en la intersección de las calles Juan XXIII y Remedios de Escalada, cuando vecinos lo acusaron de intentar robar en varias viviendas de la zona.
De acuerdo con los reportes iniciales, un llamado al 911 alertó a la Policía Bonaerense sobre la situación y, al llegar al lugar, los agentes encontraron a una veintena de personas, algunas observando y otras, aproximadamente cinco o seis, rodeando al hombre que ya se encontraba reducido e inconsciente.
Al notar la presencia policial, la mayoría de los presentes se retiró del lugar, dejando al sospechoso atado, golpeado y desmayado sobre el piso. Los policías solicitaron de inmediato una ambulancia para asistirlo.
El personal médico llegó al lugar del ataque y trasladó a Jeremías Sosa al hospital Zonal General Nuestra Señora de Luján. Sin embargo, según informaron las autoridades, el hombre falleció antes de ingresar al centro de salud.
Tras confirmarse la muerte de Sosa, se inició una investigación a cargo del equipo del destacamento policial de Olivera y de la Comisaría Luján 2ª, y bajo la dirección de la Fiscalía N° 10 descentralizada de la fiscal María Laura Cordiviola, que investiga el caso como un homicidio en riña, en principio.
En el transcurso de la madrugada de este domingo, las autoridades lograron identificar a dos de las personas que habrían participado en la agresión. Ambos son mayores de edad, tienen 25 y 59 años, y, según los informes, formaban parte del grupo de cinco o seis individuos que golpearon a Sosa en el lugar de los hechos.
En ese contexto, ambos sospechosos fueron aprehendidos y se encuentran a disposición de la justicia. Ahora, el objetivo de la investigación se centra en esclarecer las circunstancias exactas que llevaron a la muerte de Sosa, por eso se aguarda el resultado de la autopsia.
También buscan determinar las responsabilidades penales de los involucrados y, en ese contexto, se investiga si hubo más involucrados.
Los dos detenidos habían sido “señalados por un testigo” como los responsables del ataque a Sosa aunque no habrían estado solos: habría otras personas que aún no fueron identificadas por las autoridades.
Mientras tanto, el portal local señaló los cruces entre los vecinos con respecto a Sosa y si estaba vinculado a los asaltos que le endilgaban. “Se decía que estaba robando, pero después escuchamos que ni siquiera era él”, relató un testigo.
Versión de la familia
Familiares de la víctima niegan que haya cometido algún delito. Aseguran que no estaba armado ni necesitaba robar. La hipótesis de que intentó ingresar a viviendas y comercios no tiene sentido para su entorno, sobre todo en el horario nocturno en que ocurrieron los hechos, según declaraciones a un medio periodístico de Luján.
Según relataron, Sosa había salido a comprar carne para hacer el relleno de empanadas por pedido de su esposa. Aunque parezca inusual, en Olivera aseguran que es posible encontrar comercios abiertos a las 22 horas.
También creen que se resistió a que lo roben y empezó a correr de delincuentes que le dieron alcance y lo mataron a golpes y patadas.
Sosa fue perseguido por varias personas por calle Reconquista. Desesperado, intentó refugiarse en dos viviendas sin éxito. Finalmente, fue alcanzado en Juan XXIII al 836, donde lo derribaron entre dos árboles y comenzaron a golpearlo brutalmente. Aseguran que en el linchamiento participaron al menos una mujer que le habría propinado una patada certera en la cabeza. Incluso, se sospecha que menores de edad estuvieron involucrados.
Supuestos robos
A pesar que el Destacamento Policial de Olivera se encuentra a unos 400 metros del lugar del hecho y pese a los múltiples llamados de alerta, la policía tardó 40 minutos en llegar según testigos. Fue el Comando Patrullas Luján el que finalmente intervino tras una llamada que ingresó al sistema 911. Si bien la versión inicial de la policía es que se trató de un ladrón “linchado” no hay pruebas que lo demuestren por lo que sus familiares están indignados.