En enero pasado se cumplió un año del crimen de una niña de 10 años, que tiene como principal sospechoso a un hombre de 63, que además era conocido como pastor evangélico. El expediente está en su etapa final de investigación y la fiscalía solicitó medidas complementarias antes de requerir la elevación a juicio.
Según pudo saber este Diario, la fiscalía de Instrucción 1 de Oberá a cargo de Estanislao Elías Bys, solicitó al juez Pedro Benito Piriz pericias sobre dos calzados que le fueron secuestrados al sospechoso.
Se trata de un par de zapatos y un par de alpargatas los cuales tienen manchas. Se presume que podría haber rastros de ADN de la menor, lo cual sería un elemento más para confirmar la autoría, al menos en esta etapa instructoria previa al juicio.
Esos elementos se encuentran bajo análisis de peritos de biología forense. Una vez que estén los resultados, serán anexados al expediente para que el fiscal opine y solicite la elevación a debate.
La niña fue encontrada sin vida el 12 de enero del 2024 en un maizal a 400 metros a su domicilio en el kilómetro 20 de la ruta provincial 222, en Colonia Aurora.
Según indicaron los forenses, había sido asesinada al menos 20 horas antes del hallazgo del cuerpo.
Su mamá la vio por última vez el jueves 11 a las 8.30, cuando salió a hacer un mandado junto a su perrita. A media mañana la madre fue a la comisaría y desde ese momento se desplegó un operativo por la zona para encontrarla.
Entre las 5 y las 6 del día siguiente, en medio de una plantación de maíz, encontraron a la menor sin vida, semidesnuda y con presuntos signos de abuso sexual.
La autopsia confirmó los vejámenes y que fue asesinada por ahorcamiento con un cordón o un elemento similar.
Investigadores de la Dirección de Homicidios y Peritos de Policía Científica trabajaron para hallar indicios y testimonios que pudieran dar con el sospechoso.
La pesquisa no tardó en dar frutos, puesto que vecinos comentaron que vieron a un hombre que merodeó la plantación. Era el pastor, quien además había cumplido una condena por abuso sexual en Buenos Aires y hacía poco había arribado a la zona. Allanaron su vivienda, lo detuvieron y secuestraron prendas, las cuales restan los calzados para ser peritados.
El sospechoso primero se abstuvo de declarar, pero en marzo del año pasado amplió su declaración y dijo que el día de la desaparición de la niña, él se atendió en una salita y cuando volvía a su casa se desmayó.
En septiembre, la Cámara de Apelaciones dejó firme la prisión preventiva, bajo la acusación de “homicidio agravado por haber sido cometido para ocultar otro delito”.