El juez de Instrucción 2 de Oberá, Horacio Alarcón, imputó por “abuso sexual con acceso carnal calificado por la participación de dos o más personas” a cuatro de los detenidos en el marco de la investigación por la violación grupal a una menor de 17 años, señalaron fuentes del caso.
Fue durante la audiencia indagatoria y donde todos los involucrados se abstuvieron de declarar, en tanto que fueron notificados de que las acusaciones son de carácter preventivo y que además, seguirán bajo arresto.
El caso, tal como publicó PRIMERA EDICIÓN, tuvo sus inicios el pasado martes 25 de febrero, cuando la madre de la víctima se presentó ante la Comisaría de la Mujer de Oberá para denunciar que su hija fue abusada por un grupo de hombres en el interior de una vivienda.
En base a los dichos de la progenitora y otros indicios y testimonios, los efectivos procedieron a detener a los cinco sospechosos, cuatro individuos y una joven de 22 años que se cree pudo ser quien filmó el ataque sexual. En ese sentido la policía informó que ayer hubo dos allanamientos, uno de ellos en el domicilio de la citada presunta implicada, ubicado en el barrio Caballeriza de Oberá, y que aún resta ser indagada en la causa. Allí, los efectivos incautaron un teléfono celular.
Por otra parte, en la vivienda donde supuestamente fue cometido el abuso, en el barrio Olofsson de esa misma ciudad, se secuestraron prendas de vestir íntimas que serían de la menor y otros dos celulares. Persiste la búsqueda de un sexto sospechoso de integrar la banda que abusó de la jovencita, un individuo mayor de edad domiciliado en el barrio San Miguel y que está identificado por las autoridades policiales.
El primer sospechoso en ser capturado fue un joven de 23 años que sería expareja de la adolescente, otro de la misma edad y uno de 27, además de un cuarto de 50. La quinta y única mujer presuntamente implicada fue arrestada el pasado martes.
Coincidió en que ese mismo día la progenitora de la víctima habría entregado a la Justicia dos videos (donde se observaría el ataque sexual) y que están siendo peritados.
En base a lo que pudieron reconstruir los investigadores, el día del hecho uno de los acusados habría llevado a la menor hasta la vivienda del barrio Olofsson, donde le habrían invitado bebidas alcohólicas. No se descarta que en esas circunstancias le habrían suministrado algún tipo de sustancia, en virtud de que la adolescente se sintió mareada, según habría relatado su madre.