La Dirección Nacional de Vialidad (DNV) anunció que, en el marco de la Ley Bases, continuará con las obras en ejecución en las rutas nacionales de todo el país, para asegurar la conectividad y el desarrollo de la infraestructura vial, a pesar de los desafíos económicos y financieros que enfrenta el sector.
Sin embargo, el organismo también inició un procedimiento para el cierre administrativo de aquellos contratos que se encontraban paralizados y que no han sido reactivados. Esta medida afectará a un número importante de proyectos que, a pesar de haber contado con financiamiento público, no lograron concretarse ni generar los beneficios esperados.
Entre de los contratos que serán cerrados administrativamente se encuentran un grupo de obras que estaban comprendidas en las concesiones finalizadas en 2018 y que, hasta la fecha, no se había procedido a su cierre formal. Aseguran que esta situación es irregular y que generó incertidumbre junto con demoras en la gestión de la infraestructura vial.
La decisión de cerrar los contratos paralizados tiene implicaciones importantes para el sector de la construcción y la infraestructura vial. En primer lugar, implica la cancelación de proyectos que podrían haber generado empleo y dinamizado la economía local. En segundo lugar, genera incertidumbre entre las empresas constructoras y proveedoras que estaban en estos proyectos.
Además, la DNV aclaró que, en aquellas secciones donde existen contratos vigentes, aunque estén paralizados, no es posible celebrar nuevos contratos que permitan generar las condiciones necesarias para hacer un uso eficiente de los recursos disponibles.
Fuente: Diario Norte