Desde 2006, la Sociedad Internacional de Nefrología y la Fundación de Federaciones Renales vienen animando cada segundo jueves de marzo una campaña mundial destinada a concienciar sobre la importancia de nuestros riñones.
Con lemas diferenciados cada año, se busca dar mayor realce a las causas de Enfermedad Renal Crónica y concienciar a la población general y también a los profesionales del manejo de una patología que puede afectar a cerca del 10% de la población.
El lema del Día Mundial del Riñón 2025 es “¿Están bien tus riñones? Descúbrelo a tiempo, protege tu salud renal”, basada en la idea principal de la importancia de la prevención, el reconocimiento de los factores de riesgo y el acceso a pruebas oportunas para mejorar la detección temprana y la intervención.
Se estima que más de 850 millones de personas en todo el mundo padece algún tipo de enfermedad renal. La mayoría desconoce que puede tener una función renal alterada porque, en general, las enfermedades renales son “silenciosas” y no presentan síntomas iniciales aparentes.
Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades renales son una de las principales causas de muerte.
Algunos datos clave
- La prevalencia de la enfermedad renal crónica en todo el mundo es del 10,4% entre los hombres y del 11,8% entre las mujeres.
- Las enfermedades renales que sufren 13,3 millones de personas cada año pueden resolverse o derivar en enfermedad renal crónica o insuficiencia renal en el futuro.
- Entre 5,3 y 10,5 millones de personas requieren diálisis o trasplante, aunque muchas no reciben estos tratamientos por falta de recursos o barreras financieras.
- El tratamiento de personas con enfermedades renales e insuficiencia renal supone una pesada carga financiera para los presupuestos sanitarios, ya que el coste anual por paciente de la hemodiálisis es, por ejemplo, de 88.195 dólares en Estados Unidos, hasta 58.812 dólares en Alemania, 83.616 dólares en Bélgica o 70.928 dólares en Francia.
Factores de riesgo
Los principales factores de riesgo para la enfermedad renal son:
- Diabetes.
- Hipertensión.
- Enfermedad cardiovascular.
- Obesidad.
- Antecedentes familiares de enfermedad renal.
- Lesión renal aguda
- Enfermedad renal relacionada con el embarazo
- Enfermedades autoinmunes (como el lupus eritematoso sistémico o la vasculitis)
- Nacimiento prematuro o con un peso bajo
- Bloqueos en el tracto urinario
- Defectos de nacimiento que afectan a los riñones o al tracto urinario
- Cálculos renales frecuentes
Enfermedades renales
Varias son las enfermedades que dañan los riñones, las principales son:
- La enfermedad renal crónica refiere al funcionamiento anormal de los riñones. Puede prevenirse, pero no tiene cura; suele ser progresiva, silenciosa y no presentar síntomas hasta etapas avanzadas cuando las soluciones -diálisis y trasplante de riñón- ya son intervenciones altamente invasivas y costosas, con el consiguiente deterioro de la calidad de vida y años de vida perdidos.
- La insuficiencia renal aguda se define como la pérdida abrupta de la función de los riñones que se produce en días o semanas, acompañada frecuentemente de disminución de la diuresis a menos de 400 ml cada 24 horas (oliguria), aunque en algunas ocasiones la micción puede estar normal o aumentada. Esta pérdida de la función conlleva a una excreción incorrecta de sustancias nitrogenadas, asociada a un aumento de la morbimortalidad en forma temprana mientras que a largo plazo puede conducir al desarrollo de enfermedad renal crónica.
- El cáncer de riñón es una neoplasia maligna que comienza en este órgano. Es uno de los cánceres más comunes que no suele presentar síntomas en sus etapas más tempranas, pero cuando está desarrollado puede cursar con sangre en la orina, un dolor en el costado que no desaparece, pérdida de apetito, cansancio y fiebre. Para la mayoría de los cuadros, la cirugía es el tratamiento inicial. Este puede pasar por la extirpación del tumor o del riñón al completo. La terapia dirigida, la inmunoterapia y la radioterapia pueden concebirse en los casos muy avanzados y recurrentes.
- La enfermedad renal diabética (ERD) es una complicación microvascular importante de la diabetes tipo 1 y tipo 2 que se caracteriza por una lesión en los compartimentos glomerular y tubular, lo que lleva a una disfunción renal con el tiempo. Es una de las causas más comunes de la enfermedad renal crónica y la enfermedad renal terminal. Los niveles persistentes de glucosa en sangre pueden dañar los pequeños vasos sanguíneos de los riñones, perjudicando su capacidad para filtrar los desechos y líquidos de la sangre de manera efectiva. Otros factores como la presión arterial alta (hipertensión), la genética y los hábitos de estilo de vida también pueden contribuir al desarrollo y la progresión de la enfermedad renal diabética.
La clave: intervención preventiva
La enfermedad renal puede prevenirse y su progresión a la etapa terminal puede retrasarse con el acceso apropiado a diagnósticos básicos y tratamiento temprano.
Prevención primaria
Intervenir antes que ocurran los efectos en la salud para prevenir la aparición de enfermedad renal antes que comience su proceso. Específicamente requiere la modificación de los factores de riesgo, incluido el control de la diabetes y la hipertensión, las anomalías estructurales del riñón y las vías urinarias, y/o los niveles de nefrotoxicidad. A su vez incluye la promoción de estilos de vida saludables con la realización de actividad física y dietas saludables, además de la detección de pacientes con mayor riesgo de enfermedad renal con la ayuda de análisis de orina y sangre.
Prevención secundaria
Sugiere medidas preventivas que conduzcan a un diagnóstico temprano y tratamiento rápido para prevenir el desarrollo de problemas más graves. Es decir, en personas con enfermedad renal preexistente, la prevención secundaria, incluida la optimización de la presión arterial y el control glucémico, es el objetivo principal de la educación y las intervenciones clínicas que pueden lograrse con poca sal y proteínas.
Prevención terciaria
Indica el manejo de la enfermedad renal después que está establecida para controlar su progresión y la aparición de complicaciones más graves. En estos casos, el manejo de comorbilidades como la uremia y la enfermedad cardiovascular es de alta prioridad.
Fuente: worldkidneyday