A pesar del acuerdo vigente que establece la entrega gratuita del plástico QR que reemplaza a la tarjeta SUBE o a la aplicación del celular, ahora la empresa SUSA no solo impone un cobro de $10.000 por su emisión, sino que además ha reducido su validez de un año a solo tres meses, lo cual obliga a los beneficiarios a renovarlas con frecuencia y afrontar el pago reiterado de este costo.
El plástico QR surgió como una alternativa a la tarjeta SUBE luego de que SUSA argumentara que no había disponibilidad de materiales para fabricarlas. Como resultado, miles de usuarios se vieron forzados a migrar a la aplicación móvil para poder pagar el transporte, lo que representó una dificultad para aquellos sin acceso a teléfonos inteligentes o con problemas para utilizar herramientas digitales. Como alternativa surgió el nuevo plástico, pero en contraste con la SUBE, que nunca tuvo fecha de vencimiento, este nuevo sistema exige la renovación constante de las tarjetas, lo que genera largas filas, demoras en los trámites y actualmente una carga económica adicional para los beneficiarios, que se están enterando estos días de los cambios y arrastran consigo un tendal de críticas y cuestionamientos en las páginas oficiales de SUSA.
Esta situación es particularmente grave para quienes dependen del boleto subsidiado, como jubilados, estudiantes y personas de bajos recursos. Aunque en el pasado los usuarios debían pagar un monto por la reposición de una tarjeta SUBE extraviada, en este caso el cobro de $10.000 se aplica de manera obligatoria cada tres meses, sin importar el estado del plástico.
Según fuentes oficiales consultadas por PRIMERA EDICIÓN, el argumento de que se trata de una “actualización” carece de sentido, ya que la tarjeta contiene un código QR estático, que no requiere de ninguna manera de modificaciones periódicas.
En los últimos días, muchas personas que acudieron a validar el Boleto Estatal Estudiantil Gratuito (BEEG) se encontraron con la sorpresa de que sus tarjetas estaban próximas a vencer y que ahora debían pagar para obtener una nueva. Este nuevo problema afecta fuertemente a un amplio sector de usuarios del transporte público quienes, además de lidiar con la falta de disponibilidad de turnos para la renovación, se enfrentan a costos inesperados.
A pesar de que el servicio de transporte es metropolitano y los fondos para el financiamiento de los plásticos son administrados por el Ministerio de Hacienda, el municipio de Posadas también realiza aportes. Sin embargo, SUSA cortó la entrega de tarjetas en los últimos días y generó más demoras en los trámites. Esto se suma a los tiempos de espera prolongados, ya que la empresa solo entrega los expedientes cuando reúne una cierta cantidad, en lugar de procesarlos individualmente.
Expedientes y reclamos
El 10 de febrero último, el gobernador Hugo Passalacqua firmó un decreto para la aplicación del Fondo de Compensación Provincial del Transporte Público, destinando $18.000 millones para cubrir el financiamiento que el Gobierno nacional dejó de enviar a las provincias hace un año.
No obstante, la imposición de costos por parte de SUSA contradice este financiamiento, contemplado en el decreto 739 y que llevó al municipio capitalino a presentar reclamos tanto por el cobro indebido de las tarjetas como por la reducción de su validez. Se espera que en los próximos días haya novedades sobre posibles medidas para corregir esta situación.
A la problemática del cobro indebido de las tarjetas se suma el estado deficiente de los validadores en los colectivos. Actualmente, los equipos utilizados para la lectura del QR y el cobro electrónico datan de 2014 y presentan fallas frecuentes, generando errores en los pagos que casi siempre perjudican a los usuarios. Para solucionar esto, se espera la llegada de una tanda de 10.000 tarjetas con tecnología compatible con los nuevos validadores, lo que debería mejorar el servicio y reducir los inconvenientes actuales.
En paralelo, desde el 8 de enero, el Consejo General de Educación (CGE) y la Secretaría de Movilidad Urbana de la Municipalidad de Posadas trabajan en la implementación de un nuevo sistema que permitirá validar el boleto estudiantil a través del Documento Nacional de Identidad (DNI), eliminando la necesidad de las tarjetas plásticas. Aunque se esperaba que el sistema estuviera operativo para el inicio del ciclo lectivo, aún no se ha implementado, por lo que los estudiantes sin SUBE o sin celular continúan enfrentando dificultades para acceder al beneficio del boleto educativo.
No hay disponibilidad de turnos hasta principios de mayo
Otro de los grandes problemas que afecta a los beneficiarios del boleto estudiantil subsidiado es la falta de disponibilidad de turnos.
Actualmente, las citas para tramitar la renovación del BEEG están programadas recién para los primeros días de mayo, lo cual dejará a miles de estudiantes sin acceso al beneficio, ya que el plazo de renovación automática vence el 19 de abril próximo.
Esta demora también afecta a los usuarios del boleto subsidiado en servicios de media distancia, quienes deben pagar la tarifa plena para trasladarse los fines de semana o feriados porque no pueden renovar su beneficio a tiempo.
La combinación de demoras en los turnos, cobros injustificados y la reducción de la validez de las tarjetas ha generado un fuerte malestar entre los usuarios del transporte público.
Mientras tanto, los reclamos siguen acumulándose sin respuestas concretas, dejando en evidencia la falta de control sobre las irregularidades que afectan a miles de chicos y grandes que dependen del sistema de transporte subsidiado.
Estudiantes universitarios afectados por esta situación están empezando a presentar notas de reclamo desde sus centros de estudiantes para que la revalidación se haga online desde la computadora o el celular, con la carga de datos y certificados que correspondan al caso, tal como se llevan a cabo cargas de información que también es sensible por ejemplo en ARCA, bancarios o ANSeS, donde muchos trámites ya se llevan adelante por ventanilla virtual para acompañar los cambios tecnológicos que la sociedad actual impone.