En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, Rubén Stasuck, Secretario General de la Asociación de Docentes de la Universidad Nacional de Misiones (ADUNaM), se refirió al paro nacional de 48 horas convocado para los días 17 y 18 de marzo en todo el país, una medida que, según explicó, también tiene fuerte repercusión en la Universidad Nacional de Misiones (UNaM).
“Hay una convocatoria a nivel nacional y obviamente también en la Universidad Nacional de Misiones por parte del Frente Gremial y la Intersindical Nacional a un paro de actividades total en las distintas unidades académicas”, indicó, detallando que el impacto será desigual ya que “hay facultades en las que se comenzó las clases y otras están en proceso de toma de exámenes o en la organización de actividades de extensión o investigación”.
La raíz del conflicto, señaló Stasuck, es la falta de diálogo y la política de ajuste sobre las universidades: “Hace más de 14 meses que el Gobierno no trabaja en paritarias, no convoca a paritarias para resolver los problemas docentes, tanto las condiciones laborales como las cuestiones salariales”. Agregó que desde hace cinco meses ni siquiera hay instancias de negociación: “Directamente nos enteramos de los aumentos a través de decretos presidenciales, y esto está muy lejos de satisfacer la demanda de los docentes en general, porque el desfasaje que hay con la inflación es enorme”.
Desfinanciamiento y obras paralizadas: “Es crítica la situación de la universidad”
Stasuck también hizo énfasis en la crítica situación presupuestaria que enfrenta la UNaM, que arrastra un presupuesto congelado desde hace dos años. “Ya el año pasado hemos planteado el problema financiero presupuestario de la universidad en general. Ambas marchas —la del 23 de abril y la del 2 de octubre— resolvieron algunas cosas a medias”, recordó.
Si bien esas movilizaciones lograron que “la universidad pudiera funcionar medianamente”, aclaró que “nunca se satisfizo la demanda concreta ni se logró el presupuesto que tenía en años anteriores”. En cuanto a los ingresos docentes, señaló que “hubo una suba de la garantía salarial que permitió apaciguar a los que tienen menos ingresos dentro de la universidad, pero igualmente en todos los casos el desfasaje que hay ronda el 70%, así que es crítica la situación de la universidad y de los docentes asalariados”.
Respecto al funcionamiento institucional, Stasuck alertó que “están paradas todas las obras o infraestructuras que tienen que ver con las condiciones que necesitan las universidades para seguir recibiendo la matrícula estudiantil”. Detalló que entre las obras detenidas se encuentran las de la Facultad de Arquitectura en Oberá, obras en Iguazú, en Posadas y también en el campus universitario.
“Tenemos un presupuesto que se viene repitiendo desde el año pasado, que a su vez se repitió en 2023, o sea que no tenemos previsión de los gastos universitarios ni de los proyectos que necesita la universidad para que sea plena“, añadió. Además, denunció retrocesos en las políticas de apoyo estudiantil: “En un porcentaje alto, más de un 20% o 30% dependen de las becas o de las políticas de interés estudiantil, y en esto también hay un fuerte retroceso”.

“Toda la comunidad está acompañando el proceso”
Stasuck subrayó que uno de los aspectos más destacados del contexto actual es la unidad de todos los sectores de la comunidad universitaria: “Esto es inédito. Toda la comunidad universitaria en su conjunto —los gremios docentes, los no docentes, los estudiantes, las mismas autoridades institucionales— vienen acompañando el proceso”.
Consultado sobre la percepción de que el reclamo universitario perdió fuerza en los últimos meses, respondió: “Hubo dos marchas enormes el 23 de abril y en octubre. Después vinieron las últimas semanas del año 2024 y hay un parate de un par de meses de la universidad, pero los problemas existen y la voluntad política de distintos sectores también”.
Adelantó que ya se están generando espacios de organización: “Estamos otra vez este año en una etapa de acercamiento, de reuniones, para que a partir de abril, que es el mes que las universidades están a pleno funcionamiento, se retome el fuerte reclamo social que tuvo la universidad en las calles el año anterior”.
Los cargos en la universidad ya no son atractivos”
La situación llegó al punto de generar un fenómeno que Stasuck calificó como alarmante: el inicio de un éxodo de docentes universitarios hacia otros espacios laborales con mejores condiciones. “Para ejemplificar el problema, en el último congreso que hizo la CONADU en Cámaras la semana pasada, distintas asociaciones como Buenos Aires, San Luis, Patagonia, denunciaron el comienzo de un éxodo de docentes universitarios a otros sistemas educativos de la provincia u otras alternativas laborales”.
Según explicó, esto se debe a que “les resultan poco atractivos los cargos en la universidad en cuanto a las condiciones laborales y salariales, y comienzan a buscar otras alternativas”. Con esta situación, advirtió, “se ejemplifica muy bien cuál es el problema dentro de las universidades”.
Stasuck concluyó que la situación de las universidades se extiende más allá de las aulas: “La problemática universitaria también es una problemática de la comunidad”.