MOSCÚ, Rusia (El Mundo). El presidente ruso, Vladimir Putin, ha asegurado que no ve “razón alguna” para no firmar la ley que prohíbe las adopciones de niños rusos por familias de Estados Unidos.El mandatario ha anunciado además que promoverá medidas para mejorar el cuidado de los pequeños que se encuentran en la actualidad en orfanatos rusos, y en especial para aquellos que sufren alguna minusvalía o enfermedad.Putin ha reconocido que estudiará en todo caso el texto final de la ley aprobada ya por las dos cámaras del Parlamento ruso, pero que su “intención” es firmarla.Unicef estima que en todo el territorio ruso hay unos 740.000 niños huérfanos. De éstos, según voces críticas en el país, muchos se quedarán sin menos oportunidades de encontrar un hogar por la ley que aprobará Putin. Una ley, por cierto, que los analistas políticos aseguran que es en realidad una venganza de Moscú hacia Washington.La ley rusa también quita la representación legal a algunas ONG financiadas por Estados Unidos e impone prohibiciones para recibir visas, así como el congelamiento de activos de los norteamericanos acusados de violar los derechos de los rusos en el exterior.¿Represalia?El presidente, Barack Obama, promulgó en diciembre la ley Magnitski, que prohíbe la entrada en EEUU de responsables rusos implicados en la muerte en la cárcel, en Moscú, del jurista ruso Serguei Magnitski, o otras violaciones de derechos humanos.Magnitski murió en prisión preventiva, privado de atención médica. Había sido detenido después de haber denunciado un gigantesco escándalo financiero.
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