POSADAS. Entre el escepticismo y la fe se dividían ayer las opiniones en cada una de las comisarías posadeñas, después de que un efectivo de la fuerza señalara a una supuesta figura fantasmagórica como responsable de una falsa alarma que se registró en un banco local y que movilizó al sistema de emergencias de la Policía.El curioso episodio sucedió durante los primeros minutos de ayer en la sucursal local del Banco Galicía, sobre Félix de Azara al 1.500, en pleno centro de la capital provincial, y dejó más dudas que certezas entre los uniformados.Una fuente que trabaja en la investigación le contó a PRIMERA EDICIÓN los detalles de la historia, que hasta anoche no tenía una explicación lógica y por la que hasta se llegó a rodear la manzana casi hasta el amanecer.Según el informante, el alerta se conoció alrededor de las 1.40 de ayer, cuando en la guardia del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional I se activó la alarma de dicha entidad bancaria. Enseguida, un móvil policial partió hacia Félix de Azara, entre Santa Fe y Sarmiento.La patrulla llegó sigilosamente, con la sirena apagada, y estacionó algunos metros por delante del ingreso al banco. Uno de los policías se bajó y se acercó lentamente hasta el frente vidriado. Entonces, como luego plasmaría en los partes oficiales, notó que una figura femenina se movía en los fondos del salón de atención al público, donde también están las cajas.La mujer -describiría luego- estaba vestida con un pantalón y una remera negra. Tenía el cabello recogido, de color dorado, similar al rubio. Rápidamente volvió a la patrulla y le contó a sus compañeros lo que había visto.Pensando que podría tratarse de un golpe al banco, enseguida pidieron refuerzos. En un abrir y cerrar de ojos llegaron otros tres móviles del Comando, de la Primera y hasta del Grupo de Operaciones Especiales, que rodearon la manzana. En total, una veintena de policías listos para intervenir.Como marca el procedimiento, también se le dio aviso al gerente del banco y al responsable de seguridad de la entidad. En la vereda todo era tensión y preocupación, más aún luego de conocerse que el sistema de infrarrojos volvió a activarse en ese momento.Una vez que los policías aseguraron todas las salidas posibles y al no notar movimientos desde afuera, efectivos de elite del GOE recibieron la orden de ingresar. Detrás de ellos, el resto de los policías y, más tarde, el propio gerente de la sucursal.Enorme sorpresa se llevaron todos al descubrir que dentro del banco no había nadie. Tampoco en las oficinas, en el sector de limpieza y en otros sectores “ocultos” del edificio. Vía radio, desde afuera avisaron que tampoco nadie había quebrado el “anillo” policial que rodeaba la manzana. El gerente y el encargado de seguridad del Galicia revisaron cada uno de los dispositivos, pero todo estaba en regla. Tampoco encontraron rastros de roedores o aves, animales que comúnmente pueden generar una falsa alarma.Los policías no tardaron en rodear entonces a su compañero, pensando quizás que todo podría tratarse de una “broma” pesada. El efectivo fue claro: “yo vi a una mujer, estoy seguro, no estoy loco; yo la vi”, lanzó también enojado ante la incredulidad de sus compañeros.El sol comenzaba a salir cuando los uniformados terminaron su trabajo y abandonaron la escena, entre el escepticismo de varios, más allá de que finalmente el policía luego plasmó su confusa experiencia en los partes oficiales.De entre las hipótesis “lógicas” de las que se hablaba ayer, estaba la de un empleado que quizás se olvidó algo y volvió -tan increíble como la del espectro- o hasta la de un grupo de delincuentes que probó el tiempo de reacción de la policía ante un robo al banco. Sin embargo, por lo bajo y lejos de considerar aquellas teorías, un importante grupo de investigadores prefería adherir a la teoría del fantasma.“Sucedió tal cual”, comentó un alto mando de la Policía de Misiones a este diario, consultado al respecto. “Él está convencido de que había una figura femenina y, por lo que vimos en el lugar, es imposible que alguien haya ingresado. Es creer o reventar”, completó, inmerso también en el dilema.El misterioso caso continúa bajo la lupa de los policías. Algunos iban más allá, en busca de una explicación lógica. Otros, en cambio, encontraban la respuesta -justamente- en el más allá, un lugar donde la intervención humana, al menos hasta ahora, todavía no tiene jurisdicción para intervenir.
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