PUERTO IGUAZÚ. A cuentagotas, aunque en forma incesante, se suman datos que sostienen la presunta vinculación del ex jefe de Investigaciones de la UR V con el mundo del delito, lo que definitivamente podría marcar el final de su carrera en la fuerza de seguridad provincial.Como lo publicó PRIMERA EDICIÓN en exclusiva, el oficial está sospechado de liberar zonas para la comisión de delitos y la venta de estupefacientes en los sectores de mayor movida nocturna durante los fines de semana en Puerto Iguazú.La situación se complicó con el testimonio de dos detenidos en la causa que investigaba el robo de 55 mil pesos en un supermercado de esa ciudad y en la firma representante de Western Union, donde sustrajeron unos 100 mil pesos.Al menos uno de ellos habría dicho que el detective era sobornado para liberar determinadas zonas y exponerlas al accionar de bandas delictivas.Incluso, habría explicado que, en el caso de Western Union, le correspondían unos 10.400 pesos aproximadamente.Sin embargo, ahora, fuentes de la mismísima Policía, que pidieron reserva de identidad, aseguraron que las sospechas sobre el dudoso proceder del oficial comenzaron mucho antes, hace meses.Para ser más exactos, con el violento asalto a un móvil de la concesionaria del área Cataratas -UTE Cataratas- que transportaba la recaudación de un fin de semana, una abultada suma de dinero que los criminales desistieron de llevarse debido a la tenaz resistencia que opuso el agente de policía que custodiaba el vehículo.El atraco se produjo el domingo 19 de agosto pasado, alrededor de las 11.30, sobre el camino asfaltado que conduce al Parque Nacional, en un reductor de velocidad que obligó al conductor a aminorar la marcha para pasar sin golpear el chasis.Allí, a unos 500 metros de la ruta provincial 101, el Chevrolet Meriva fue atacado a balazos por al menos dos delincuentes que salieron de la espesa arboleda circundante.El uniformado alcanzó a descender del coche y repelió el ataque. Terminó herido de dos balazos, al igual que el empleado que iba al volante.No trascendieron las razones que habrían originado las sospechas sobre el oficial, que hace dos meses fue trasladado a Eldorado y luego a la UR X de Posadas.Igualmente, desde allí siguió manejando los hilos de la división Investigaciones. No contaba que los camaradas que temían represalias irían a juntar pruebas en su contra para acercárselas a la Justicia.
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