ASUNCIÓN, Paraguay (Agencias y diarios digitales). El empresario Horacio Cartes juró ayer el cargo de presidente de Paraguay en una ceremonia en la que prometió un Gobierno “patriota, honrado, capaz, eficiente e incluyente” y, además, centrado en la lucha contra la pobreza.Cartes, del Partido Colorado, es el octavo gobernante democrático del país después de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989).El nuevo presidente juró el cargo sobre una biblia que sostuvo su hija mayor, Sofía, poco después de que lo hiciera Juan Afara como vicepresidente, en un acto al aire libre al que asistieron cinco presidentes de América Latina, el príncipe de Asturias, don Felipe de Borbón, y el presidente de Taiwán, Ma Ying-jeou.También asistieron el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, entre otros muchos invitados.La ceremonia de investidura, celebrada a orillas de la Bahía de Asunción, en el río Paraguay, fue precedida por otra en la vecina sede del Congreso, en la que el antecesor de Cartes, el liberal Federico Franco, entregó el bastón de mando frente los diputados y senadores nacionales.El flamante presidente, con traje oscuro y corbata granate, pronunció después de asumir el poder un discurso en el que se refirió especialmente al principal reto que ha fijado para su gestión, combatir la pobreza.“No estoy en política para cuidar una carrera ni enriquecer un patrimonio; estoy en política para servir a mi pueblo”, comenzó el exitoso empresario, que pretende aplicar su experiencia en el mundo de los negocios al manejo del país y que pidió a Dios que lo “ilumine” en su labor.Cartes prometió que su Gobierno será el de “las oportunidades para todos”, además de contar “con la determinación necesaria para impulsar a Paraguay a las vías del desarrollo”.Remarcó asimismo que las elecciones que ganó el 21 de abril pasado fueron una “ejemplar fiesta cívica del país” y una “victoria de la democracia”, al permitir “el traspaso del Poder Ejecutivo por segunda vez y de manera consecutiva” de un partido a otro distinto en toda la historia del país.Cartes pertenece al Partido Colorado, que gobernó de forma hegemónica Paraguay durante décadas, y su antecesor, Federico Franco pertenece al Partido Liberal.El nuevo gobernante destacó la riqueza de su país, del que dijo tiene “todo lo más preciado”, como “energía limpia y renovable” y “las mejores tierra cultivables”.Paraguay es “el secreto mejor guardado” de América Latina porque “tiene lo que otros necesitan”, lo cual “es una fortaleza y una oportunidad”, indicó en una clara invitación a las compañías extranjeras a que inviertan en el país.En su mensaje, mencionó al papa Francisco para referirse a la importancia que pretende darle a las mujeres paraguayas y lanzó un mensaje a los criminales y grupos armados: “No nos van a marcar la hoja de ruta”.Hacia el final de su intervención se refirió a los dignatarios invitados para agradecer la “presencia de dos distinguidas damas”, las presidentas de Argentina, Cristina Fernández, y de Brasil, Dilma Rousseff, así como la “iniciativa que han tomado para construir relaciones prósperas y positivas”.La ceremonia de investidura marcó la reconciliación de Paraguay con los otros tres Estados fundadores del Mercosur, Argentina, Brasil y Uruguay, que en 2012 suspendieron al país del bloque por la destitución de Fernando Lugo como presidente.La suspensión cesaba justamente ayer, con la jura del nuevo presidente paraguayo.Además de Fernández y Rousseff sólo otros tres gobernantes latinoamericanos estuvieron presentes en la ceremonia: el chileno Sebastián Piñera, el peruano Ollanta Humala y el uruguayo José Mujica. Un gabinete contra demandas urgentesTras asumir para el período 2013-2018, Cartes posesionó a los once integrantes de su equipo ministerial, con el que iniciará su quinquenio en el propósito de afianzar su liderazgo y hacer frente a las demandas urgentes del país.“Esta lista de ministros se hizo exclusivamente con base en sus conocimientos. Dijimos que íbamos a formar una selección nacional”, aseguró Cartes.En la cartera de Hacienda, Cartes posesionó a Germán Rojas, ex presidente del Banco Central, de 55 años, quien tiene un perfil técnico y había encabezado el contacto con el gobierno saliente durante los últimos cuatro meses.En la cancillería asumió Eladio Loizaga, quien ya adelantó que sus esfuerzos se enfocarán en reinsertar a Paraguay en los foros sudamericanos de los que fue suspendido en 2012, tras el juicio político que destituyó al entonces presidente Fernando Lugo.De esta forma, el también abogado de 64 años asumirá el reto de restablecer los vínculos del país con sus vecinos, así como con el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).Francisco de Vargas, abogado de 43 años, asumió como ministro del Interior, tras haberse desempeñado como fiscal penal y trabajado en la Unidad de Lucha contra el Narcotráfico del Ministerio Público.En junio de 2012, además, De Vargas asumió como ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).Cartes posesionó además a Gustavo Leite, licenciado en Administración de Empresas, como ministro de Industria y Comercio; al ingeniero agrónomo Jorge Gattini (49 años) en Agricultura y al economista Ramón Jiménez Gaona (43 años) en Obras Públicas.En la cartera de Defensa, el mandatario paraguayo tomó juramento al general retirado del Ejército, Bernardino Soto; en tanto que en la Secretaría de Salud posesionó a Antonio Barrios (56 años), médico personal del jefe de Estado.En el Ministerio de Educación y Cultura fue nombrada la psicóloga Marta Lafuente; en Justicia y Trabajo, la abogada Sheila Abed, y en la cartera de la Mujer, la licenciada en Análisis de Sistema Ana María Bajardi.Cartes, quien se convirtió en presidente tras ganar las elecciones de abril pasado con 45,8% de los votos, inicia su mandato con el desafío de bajar la pobreza, que afecta a casi 40% de la población, uno de los mayores índices de Sudamérica.En materia económica, medios locales recordaron que la proyección oficial del crecimiento del Producto Interno Bruto es de 13%, por lo que el prin
cipal desafío de Cartes será mantener esas previsiones e impulsar la bonanza económica.Cartes asumió el poder en reemplazo del liberal Federico Franco, quien completó el mandato de Lugo después de la polémica destitución del ex obispo católico mediante un juicio político, en junio de 2012.Pese a no tener experiencia previa en política, el mandatario -considerado uno de los empresarios más poderosos de Paraguay- ha prometido además luchar contra la corrupción, uno de los principales flagelos del país. Un discurso más Por Jimmi PeraltaDiario La Nación (Paraguay) Horacio Cartes habló de políticas públicas para los sectores más vulnerables del país, se refirió a los indígenas y criticó todo el dinero que se gastó hasta el momento en ese ámbito, sin obtener resultados reales; justamente al sector al que apuntó el discurso de Fernando Lugo en su momento.Habló del sector salud, dijo sentirse sensibilizado con las personas de la tercera edad, pidió sana rebeldía a la juventud, en tanto que cuando habló de la mujer no señaló más que sus virtudes históricas y no dio promesas.Cartes apeló en más de una ocasión a la herramienta de parafrasear al papa Francisco, práctica a la que se anticipó su mano derecha en el Congreso, César Velázquez, minutos antes; en tanto que su respaldo en el discurso histórico lo hizo a través de la figura del fundador del Partido Colorado, Bernardino Caballero, y así instó unidad nacional, además de pedir “a nuestra señora de Caacupe interceder” para evitar el sectarismo. El tono más enérgico del discurso cartista se presentó en materia de seguridad, donde reiteró una vez la relación inversamente proporcional entre la seguridad y el trabajo, dijo “no nos van a marcar el ritmo”, y no hizo referencia explícita al Ejército del Pueblo Paraguayo.Esta vez Cartes no recurrió a las analogías futboleras a las que ya tiene acostumbrado al auditorio, que en parte fue a celebrar la vuelta del Partido Colorado con pañuelos rojos al cuello, y demostró no estar sometido ciegamente al nuevo presidente pues sin temor abucheó al ministro de Interior nombrado de Horacio Cartes, el liberal Francisco de Vargas.El tiempo o la ocasión no fueron propicios para hablar con claridad de la política internacional.La exposición no fue en exceso extensa, aunque el discurso no despertó arrebatos de pasión en su lectura. El presidente mencionó esta vez a su familia, a dijo tener la gracia de la bendición diaria de su señora madre. El país con menos alternancia de poder en América LatinaAsumió la Presidencia de Paraguay Horacio Cartes, el empresario millonario que en abril pasado se impuso en las elecciones generales marcando el regreso del conservador Partido Colorado, que había perdido el poder en 2008 a manos de Fernando Lugo tras seis décadas consecutivas de hegemonía.Con Cartes, el Partido Colorado logra lo que ningún otro pudo en América Latina: dominar por 61 años un país y volver a tomar el poder tras un solo período de alternancia. Ni siquiera en Cuba existe un dominio tan prolongado.Sólo el Partido Revolucionario Institucional de México (PRI) registró una hazaña similar con su regreso al poder en 2012. Sin embargo, el PRI -que había gobernado por 71 años antes de perder el poder en 2000- estuvo fuera del gobierno por dos períodos presidenciales antes del triunfo del actual mandatario Enrique Peña Nieto.En cambio en Paraguay, el único que consiguió derrocar a los colorados desde 1947 -Lugo- ni siquiera pudo completar su gestión: en junio de 2012 fue destituido por el Congreso con el aval del Partido Liberal Radical Auténtico, que hasta entonces había sido su socio en el gobierno. El ex vicepresidente de Lugo, el liberal Federico Franco, completó su mandato y ayer entregó el poder a Cartes.El empresario colorado, que triunfó en las elecciones con el 45,8% de los sufragios, no sólo superó por ocho puntos al candidato del PLRA, Efraín Alegre -el segundo más votado- sino que también dejó muy atrás a Aníbal Carrillo, el representante del Frente Guasú -la alianza de izquierda de Lugo- que sólo obtuvo el 3,3% de los votos.Poder arraigado¿A qué se debe la hegemonía del Partido Colorado en Paraguay? ¿Y por qué fracasó el proyecto de alternancia que en 2008 había generado un alto nivel de adhesión entre la población?Mercedes Canese, integrante del Frente Guasú y ex viceministra de Minas y Energía del gobierno de Lugo, le dijo a BBC Mundo que, a pesar de haber ganado la presidencia con el 40% de los votos, la alianza de centroizquierda no pudo imponer su gestión en un país dominado por el Partido Colorado. “Teníamos al Congreso en contra. Los colorados también mantuvieron el control de la mayoría de las gobernaciones y municipios, además del aparato estatal, que tiene funcionarios colorados en todos los niveles”, explicó.Según Luis Rojas, fundador de la Sociedad de Economía Política del Paraguay (Seppy), el Poder Judicial también tiene un fuerte sesgo colorado, ya que machos de sus miembros fueron nombrados durante gobiernos de este partido.“Paraguay fue ingobernable para una alianza de izquierda, ya que el poder real siguió en manos de la derecha”, le aseguró a BBC Mundo.Para Francisco Capli, director de First, la principal encuestadora del país, la influencia del Partido Colorado en Paraguay es indudable. “Casi el 50% de los paraguayos está afiliado a este partido porque existe la tradición de que es necesario pertenecer para entrar a la universidad, acceder a cargos públicos y otros beneficios”, explicó.“En un país en el que un tercio de la población es pobre, muchos sienten que solo pueden acceder al poder trabajando para el Estado”, agregó Capli.En este sentido, el analista consideró poco sorpresivo que el Partido Colorado lograra retornar al poder después de un alejamiento tan breve.Sin embargo, Capli concluyó que el fracaso del proyecto alternativo también fue en gran medida responsabilidad del Frente Guasú y el PLRA, que no lograron mantener su alianza.“Si la oposición se une puede vencer el Partido Colorado”, le dijo a BBC Mundo, respaldándose en las cifras de la última elección.Mercedes Canese coincidió en que el regreso de los colorados se gestó a partir del quiebre dentro de la coalición de gobierno.“Si el Partido Liberal hubiera mantenido su alianz
a con nosotros, los colorados no hubieran tenido los votos para hacerle un juicio político a Lugo”, sentenció.En tanto, el propio Cartes admitió que cuando su partido logra superar las divisiones internas -que según muchos llevaron a su derrota en 2008- se convierte en una fuerza invencible: “Cuando el Partido Colorado está unido -como ahora- tiene una mística que crea una maquinaria que es muy difícil de vencer”, explicó antes de su triunfo en abril pasado. Los paraguayos se hicieron eco de la crisisEn la juramentación de Horacio Cartes como nuevo presidente de Paraguay, se hicieron presentes algunos mandatarios, entre ellos José Mujica (Uruguay), Cristina Fernández (Argentina) y la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, quienes fueron abucheados por la población que observaba la asunción del jefe de Estado.De hecho, la Presidenta argentina fue blanco de una fuerte silbatina cuando el flamante presidente la mencionó en su discurso agradeciéndole por sus esfuerzos para reencauzar las relaciones políticas entre Paraguay y Argentina.Cristina llegó tarde al acto de asunción, al igual que Rouseff.Una de las pancartas que exhibía la gente hizo alusión a Mujica, Fernández y Rousseff, diciendo “fuera”, a los tres mandatarios.Rápida retiradaLa presidenta del Brasil no participó del saludo protocolar al presidente Cartes debido un cuadro febril, y viajó a su país de urgencia.El canciller brasileño, Antonio Patriota, fue el que encabezó la delegación que saludó a Cartes en el Palacio de López.La presidenta Rousseff se sintió mal y tuvo un pico de fiebre, por lo que fue asistida por su médico de cabecera y se recomendó que la mandataria regresara a Brasil de inmediato.Fue así que durante el almuerzo en la residencia de Horario Cartes, la presidenta del Brasil no estuvo presente. Se sumó a ella la ausencia de la presidenta Cristina Fernández, quien después del saludo protocolar también retornó a su país. Un “guiño” a los vecinosCartes pidió ayer a sus socios del Mercosur no agravar las diferencias coyunturales y exhortó a fomentar las relaciones bilaterales de complementación. “Nos anima la fuerte predisposición de mantener cordiales relaciones bilaterales antes que agravar diferencias coyunturales”, dijo el nuevo presidente paraguayo, refiriéndose a las relaciones diplomáticas con Argentina, Brasil y Uruguay, socios del bloque, en presencia de los gobernantes de esos países.El Mercosur, así como la Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas), habían suspendido a Paraguay en junio de 2012 como represalia a la destitución por el Congreso del presidente izquierdista Fernando Lugo, vía juicio político, acusado de “mal desempeño de funciones”.“Pretendemos que nos acerquemos. Nos honran el entendimiento y la cooperación”, remarcó Cartes en su mensaje después del juramento en ceremonia oficial en los jardines del palacio de Gobierno.El presidente, un rico empresario de 57 años, resaltó la presencia de las presidentas Cristina Fernández de Kirchner, de Argentina, y de Dilma Rousseff, de Brasil, a quienes se refirió como “dos distinguidas damas”, de quienes ponderó su “reciente iniciativa para construir relaciones prósperas y positivas en beneficio de nuestros pueblos”.Insistió en que “así como queremos la cercanía solidaria entre los paraguayos, también queremos las más fructíferas relaciones con los países vecinos y con todos los Estados con los que mantenemos relaciones”.Abogó más adelante por la participación de su gobierno “en los organismos regionales para fortalecer la democracia, fomentar la integración y proteger los derechos humanos”. “Las futuras generaciones no nos recordarán sino por el desarrollo y la justicia social de nuestro pueblo”, puntualizó.
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