POSADAS. Son niños que estudian en la Escuela 809 del barrio Nueva Esperanza A-4 de esta ciudad. Algunas dificultades familiares hicieron que muchos de ellos dejaran la escuela, pero por medio de un convenio entre la escuela y el Instituto Tecnológico 1 (Itec) “Yacyretá”, a pocos metros de la misma, los niños tienen una motivación más que atractiva para retomar sus estudios. En la cocina del Itec aprenden a preparar pizzas, panes y masas.Actualmente son más de ochenta los niños que en contraturno participan del taller que se dicta dos veces por semana a la tarde -a cargo de Federico Ruiz Guiñazú y Romina Cadena- y dos veces por la mañana -coordinado por la profesora Cristina Ogawa.Con muchas ganasIsaías (12), Catalina (12) y Camila (13) preparaban juntos la receta del día mientras fueron sorprendidos por el fotógrafo de este matutino. “Estamos haciendo pepas”, contó Catalina. En una hoja de carpeta sobre la mesada estaban copiados los ingredientes que debían utilizar. Isaías, a cargo de amasar, señaló: “Estoy en séptimo grado y cuando termine voy a ir al (Instituto Arnoldo) Janssen”. Sus compañeras de trabajo, que también terminarán la primaria este año, coincidieron en que tienen ganas de seguir la secundaria.Por supuesto que a partir del taller, cada uno de los chicos se transformó en “el cocinero” de la casa. “A mí me piden que haga pan casero”, señaló Mariana (12), quien en otra mesa también preparaba la masa junto a otras compañeras. Y todos señalaron a Camila como la “experta en pizzas”.Al finalizar el taller y antes de retornar a sus casas, los chicos y sus profesores meriendan juntos. Ayer, las bajas temperaturas impusieron una chocolatada bien calentita para acompañar las pepas recién salidas del horno. Cuando hace calor les sirven licuados de frutas con leche o yogur, siempre acompañado de los panificados que produzcan ese día, los cuales también llevan a su casa para compartir con su familia.¿Reuniones? No, degustacionesEn las escuelas no son ajenos a los distintos factores que alejan a los padres de las famosas reuniones de padres. En este caso, la presencia de los progenitores y su acompañamiento a los hijos se fue logrando poco a poco de una manera muy particular. En lugar de convocar simplemente a “reuniones”, se invita a las familias a participar de las degustaciones, donde sus hijos se lucen con masas, pizzas, panes y otros panificados que aprenden semana a semana en el taller. “Tenemos la satisfacción de decir que casi el 100% de los padres participa y de esa manera los docentes pueden comunicarse con ellos, y siempre intentando destacar los logros”, las cosas positivas de los chicos”, destacó José Silclir, rector del Itec. Hacerse cargoSegún señaló a PRIMERA EDICIÓN el rector del ITEC, José Silclir, el proyecto comenzó hace seis años, por iniciativa del director de la escuela Benicio Landayda. “Don Landayda y un grupo de maestras estaban muy preocupados por la gran cantidad de niños que abandonaban la escuela. Entonces tuvieron la idea de que con talleres se los podría incentivarlos a retomar”, indicó. Entonces Silclir sugirió el taller de panadería.“Hemos tenido muy buenos resultados”, destacó. Es así que actualmente muchos niños con sobreedad están terminando la primaria y pensando qué escuela elegirán para la secundaria.
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