MAR DEL PLATA (diarios digitales). El primer superclásico del año resultó friccionado y con poco vuelo. Fue 1 a 1, por la Copa de Oro. El resultado hizo que Estudiantes se quedara con el trofeo. Mar del Plata se vistió de fiesta en uno de los espectáculos más esperados del verano. El primer duelo entre Boca y River llenó de expectativa a una ciudad que acostumbra organizar este tipo de eventos. Como es habitual, los turistas llenaron un estadio, que derrochó constantemente una carga emotiva, en la que el orgullo estaba en juego.Si bien, las iniciativas las tomó el “Millonario”, el que generó la primera acción peligrosa fue el “Xeneize”. Un punzante centro de Luciano Acosta, hacia la cabeza de Emanuel Gigliotti, fue suficiente para exigir a Marcelo Barovero y vaticinar el primer grito de la noche.A través de una pelota parada, de una falta cercana al área grande, los del “Virrey” consiguieron abrir el marcador. Con un remate impecable, Juan Sánchez Miño impuso el 1 a 0, ante los inútiles esfuerzos de “Trapito”. El duro golpe recibido hizo reaccionar al combinado de Ramón Díaz, que a través de Fernando Cavenaghi, estuvo cerca de igualar el choque, pero los disparos del “Torito” no tuvieron el destino deseado.A los 41, cuando había una leve supremacía de Boca, Maidana empató el superclásico al estirar la pierna sobre el cuerpo de Orion. No es el primer gol de defensor a Boca: ya le había marcado en el Apertura 10, en el Monumental.No fue la única mala noticia para el equipo dirigido por Carlos Bianchi: sufrió la expulsión de Daniel Díaz, por exceso verbal, cuando se jugaba tiempo de descuento.El complemento mostró menos aún que la etapa inicial. Un River deslucido y un Boca en el que apenas sobresalían los destellos de Gago. Precisamente, “Pintita” tuvo una de las pocas chances, pero definió arriba al quedar mano a mano con Barovero.El empate le sentó bien a un partido mediocre.
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