ALBA POSSE. Un hombre radicó una denuncia contra la pareja de su hermana adolescente por lesiones y amenaza de muerte, pero de nada sirvió: ayer la menor, de 17 años, murió asesinada de un tiro en la cabeza. El sujeto acusado de apretar el gatillo, un joven de 22 años, se quitó después la vida con el mismo revólver, señalaron fuentes oficiales. La infortunada víctima fue identificada por las autoridades como Jaqueline Rodríguez, quien era ama de casa, mientras que el presunto criminal y suicida era Luis Alberto Díaz. El dramático desenlace tuvo lugar en una humilde vivienda que ambos involucrados compartían en el paraje Granadero Chepoyá, una zona rural ubicada a unos quince kilómetros del casco urbano de Alba Posse (por la ruta provincial 8). La escenaPersonal de la comisaría jurisdiccional fue notificado del hecho ayer a las 2.20, por parte de familiares de la malograda pareja. Una vez en el lugar, los efectivos hallaron dentro del citado inmueble los cuerpos sin vida, uno al lado del otro). Ambos presentaban disparos en la cabeza, más precisamente a la altura de la sien. A un costado de los cadáveres, fue encontrado e incautado un revólver calibre .22 largo, marca “Tiver”, que de acuerdo a las pericias preliminares sería el que utilizó el jornalero. Supuesta reconciliaciónEl pasado sábado la pareja habría decidido “retomar la relación” luego de mantener numerosas separaciones. Al parecer el joven habría sido quien tuvo la iniciativa de que ambos regresaran a vivir juntos, más teniendo en cuenta que el domicilio donde se produjo el mortal episodio es de su propiedad, confió un vocero del caso. Para los demás, los problemas de índole sentimental quizás habían terminado. Nada hacía suponer que todo terminaría desembocando en semejante final. Desde la Policía no descartan que el jornalero podría haber planificado terminar con la vida de ambos y convenció a la adolescente para que regresara a vivir con él para tal fin. Ahora todo es materia de investigación. En ese sentido se supo que los pesquisas también secuestraron en la escena los teléfonos celulares de los fallecidos, donde algunos mensajes de texto o llamadas podrían arrojar más luz sobre el caso. Por otra parte, fuentes de la Unidad Regional XI, con asiento en Aristóbulo del Valle y de la cual depende la seccional de Alba Posse, revelaron que, más allá de los impactos de bala, no había signos de violencia en los cuerpos, por lo que se presume que no hubo una discusión previa a las muertes, al menos con golpes de por medio. Las pericias estuvieron a cargo de la Policía Científica de la mencionada regional. Los cadáveres, por disposición del médico de turno, fueron trasladados a la Morgue Judicial de Posadas, donde serán sometidos a la autopsia correspondiente. Cabe agregar que este Diario pudo establecer que existía una denuncia por violencia de género contra el acusado de asesinar a la menor y de quitarse la vida. La radicó un hermano de la chica recientemente y fue por “lesiones y amenazas de muerte”. Otras muertes anunciadasCuando la violencia de género se hace presente en su más horrenda expresión, esto remite a la Tragedia de Crucero del Norte. La ejecución a sangre fría de Romina Szidloski (25) y Yamila Noelia Marczewski (29) el jueves 17 de octubre del año pasado. El tirador, Juan Ramón Benítez (31), se suicidó de un disparo en la sien.En ese sangriento y mortal episodio también existían denuncias previas de su ex (Yamila) contra el asesino ante la Policía y la Justicia. Ese doble homicidio ocurrido en la sede céntrica de la empresa Crucero del Norte (Colón y Catamarca), donde trabajaban las dos víctimas, marcó un antes y después en la sociedad misionera. Como nunca, se hizo aún más visible una problemática añeja, que en los últimos tiempos se profundizó: la violencia de género. Desde esa fecha se multiplicaron las denuncias y tanto desde el Poder Judicial como de la fuerza de seguridad provincial se motorizaron detenciones, órdenes de restricción y las custodias para mujeres golpeadas o amenazadas. En algunos casos, las acciones sirvieron para aplacar el flagelo. En otros, no alcanzaron: en noviembre último, Vanesa Analía Gómez fue estrangulada en su casa del barrio Ñu Porá y el principal sospechoso, aún prófugo, es su ex concubino.
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