POSADAS. Si bien no hay una notificación oficial, todo indica que los policías vinculados con la muerte de la docente rural Carmen Mirta Rosa, el oficial Aldo Villalba y el sargento Luis Rotela, recuperarán la libertad posiblemente en el transcurso de la semana entrante.En ese sentido se expediría la Cámara en lo Penal y Correccional de la provincia, basándose en que no existe riesgo de fuga en el contexto de una investigación terminada, por lo que no hay posibilidad de entorpecer el accionar de la Justicia de Instrucción.El Alto Cuerpo analiza la apelación al rechazo de la excarcelación, en su momento analizada por el Tribunal Penal 1 de Posadas. Los recursos fueron planteados por los abogados penalistas Ramón Moisés Grinhauz, en representación del oficial Villalba, y José Luis Rey, por Rotela.En consonancia con la jurisprudencia vigente en todo el país, todo hacer pensar que la Cámara hará lugar al pedido de excarcelación. La decisión está en manos de la sala conformada por los camaristas José Jacobo Mass, quien tiene a su cargo el primer voto, y Ricardo Venialgo.El presidente, José Alberto López, debió inhibirse de intervenir porque, en su anterior función de juez de Instrucción 7, procesó a los uniformados por los delitos de “abandono de persona seguido de muerte” e “incumplimiento de los deberes de funcionario público”.En el caso de Villalba la situación se agrava porque se le endilga el supuesto delito de “falsedad ideológica”.Carmen Mirta Rosa tenía 47 años cuando la hallaron muerta en una zona casi inhóspita del barrio Los Potrillos.Tenía el cráneo destrozado y lesiones en otras partes del cuerpo, según determinó el informe médico forense.Una patrulla policial, que luego se comprobó la integraban Villalba y Rotela, la había levantado de un domicilio particular.Lo curioso fue que al encontrarse el cadáver, los mismos Villalba y Rotela acudieron al lugar para iniciar el procedimiento.Allí nada dijeron que, horas antes, la habían recogido del domicilio de una vecina que llamó a la Policía porque notaba que la docente estaba desorientada; quería regresar a su casa pero no podía.Incluso, en los primeros papeles consignaron que el cadáver era NN.Carmen Mirta Rosa hacía diez años que había dejado la docencia. Fue entonces que habrían aparecido los primeros síntomas de una esquizofrenia que se agudizaría con el devenir del tiempo.La pista de la supuesta implicancia policial saltó a la luz un mes después, a instancias de una información aportada por los familiares de la víctima.Recién entonces el juez Ricardo Balor procedió al allanamiento de la comisaría seccional Quinta y la demora preventiva de ambos acusados.El magistrado los procesó por homicidio calificado, resolución que fue revocada por el Tribunal Penal 1, lo que motivó que Balor se apartara definitivamente de la causa.Los policías continuaron detenidos y por esa razón, el padre de Villalba se subió a la antena de Casa de Gobierno, logrando que ambos fueran excarcelados. Pero duró poco, hasta que el juez López los volvió a procesar.
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