BUENOS AIRES (NA). Organizaciones dedicadas al tráfico de drogas obligan a kiosqueros a vender paco, cocaína y marihuana, bajo la amenaza de aceptar o cerrar el local, en una modalidad cuyo esquema comenzó a implementarse en Rosario y se viene registrando en el área metropolitana de Buenos Aires.A unas tres cuadras de una reconocida villa de la zona oeste del conurbano un kiosquero recibió esta semana la inesperada visita de tres narcos que, sin demasiadas vueltas, le indicaron que a partir de ese momento debía vender distintas drogas para ellos, según publicó ayer el Diario Popular. “Te damos toda la merca. A la noche pasamos a buscar la recaudación”, le dijeron de entrada. Como respuesta, el comerciante les argumentó que no estaba dispuesto a cometer un delito, pero no le dieron opción alguna: “Si no vendés, te vas de acá”. La historia fue relatada por un vecino del infortunado kiosquero, que desde entonces recibe diariamente a consumidores en su local, en el marco de una modalidad que viene alertando a las autoridades, sobre el avance del control territorial de grupos de narcotraficantes para aumentar la cantidad de adictos y alimentar ganancias, muchas veces bajo amenazas y utilización de la violencia. “Está funcionando la lógica del colombiano Pablo Escobar Gaviria que decía plata o plomo. ¿Qué puede hacer un simple kiosquero o comerciante ante un grupo de narcos que maneja todo el barrio? Ni siquiera puede realizar la denuncia, porque es probable que la policía del lugar esté cooptada y lo mismo con las fiscalías”, señaló ante el fenómeno el experto Claudio Izaguirre, de la Asociación Antidrogas de la República Argentina. En la ciudad santafesina de Rosario, donde el problema de los narcos es una verdadera epidemia, con una desatada guerra por el control de los espacios para la venta, ya se naturalizó la presión que las bandas ejercen sobre comerciantes para que accedan a vender al público las sustancias ilegales. Esta modalidad también se viene registrando en determinados sectores del conurbano bonaerense. “Los llamados kioscos de drogas funcionaban originalmente en los barrios de emergencia, pero la estrategia comercial impone ganar más mercado, sumar mayor cantidad de consumidores, por eso abren el abanico, buscando legitimidad en los barrios. Pisan fuerte, incluso con violencia, para tener mayores ventas, pero también más poder”, dijo Izaguirre. Previamente, los denominados “kiosquitos” eran, en rigor, pequeñas viviendas o habitaciones en villas donde se fraccionaba la sustancia y luego se comercializaba, mientras alrededor se montaba guardia, incluso con utilización de armas, que prevenían operativos policiales, pero también agresiones de bandas rivales que pugnaban por ganar espacio. “Este esquema comenzó a modificarse en Rosario, con la modalidad de obligar a comerciantes a vender, y ya empieza a ramificarse”, dijo el titular de AARA. “Un amigo abrió un bar hace unos años. Funcionaba muy bien. Pero lo vino a visitar un narco para darle la noticia de que se vendería droga en su local. Se resistió y lo echó. Pero al poco tiempo aparecieron policías para apretarlo. No tuvo otra que cerrar. Esa es la cuestión. Se impone el dinero y gana la impunidad. Los casos se repiten en todos lados. Lo que se tiene que generar es una respuesta rápida y que la víctima tenga espacios seguros para denunciar”, dijo Izaguirre. Buscan lugares cercanos a escuelasComo ejemplo de este fenómeno que comenzó en Rosario (Santa Fe), y que está en desarrollo en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, el informe recuerda que el año pasado una junta vecinal del barrio de Caballito realizó un mapa del delito junto a la organización La Alameda. En dicho informe se consignó que aparecieron 35 espacios dedicados a la venta de estupefacientes. En su trabajo de investigación, los ciudadanos descubrieron un dato alarmante y a la vez preocupante para la sociedad, y que da cuenta que los narcos copaban lugares cercanos a escuelas (apuntando claramente a los nuevos consumidores), y al mismo tiempo detectaron que había comercios “legales” que ya vendían drogas de manera camuflada.
Discussion about this post