SANTA ROSA, La Pampa (NA). El padre de María Cash, la joven que desapareció en julio de 2011 en la zona norte del país, murió al accidentarse con su auto en una ruta de la provincia de La Pampa mientras seguía una pista para dar con el paradero de su hija.El accidente, que culminó en el fallecimiento de Federico Cash, se produjo alrededor de las 17 del lunes en la ruta 152, a la altura de la localidad de Puelches.En ese lugar, el auto conducido por Cash, un Peugeot 207 de color blanco, se estrelló de frente contra otro vehículo, confirmó el oficial Jorge Fernández, de la comisaría de Puelches. El funcionario dijo que Cash murió en el acto, mientras que el conductor del otro vehículo sufrió heridas leves. Según el abogado de la familia, Víctor Barone, el hombre tenía como “trabajo constante la búsqueda de su hija”. Por su parte, el titular de la ONG Red Solidaria, Juan Carr, sostuvo que la última información que tenía, de cuatro días atrás, es que “Federico estaba buscando a su hija en San Carlos de Bariloche”. “Hay muy pocas bromas, generalmente la gente es buena. La gente cree ver muchas Marías y él iba a todos lados”, reseñó el dirigente social. “Hizo mucho por buscar a María y por otra gente que busca a los desaparecidos”, dijo el letrado. María Cash tenía 29 años tomó contacto por última vez con su familia el 8 de julio de 2011, y desde ese día se investiga su desaparición, nunca esclarecida.La joven, que residía en la ciudad de Buenos Aires, había iniciado un viaje hacia Jujuy el 4 de julio de 2011, y tenía pensado poner a la venta ropa que ella misma había diseñado, además de visitar a un amigo, Juan Pablo Dumon.La investigación indica que estuvo en el pasaje Aunor, en el acceso a la ciudad de Salta, y que luego hizo dedo para dirigirse al sur.El Gobierno de la Nación ofrece una recompensa de 400 mil pesos para quienes aporten datos certeros sobre el paradero de la mujer, mientras que existe una línea gratuita, la 0800-888-8804, que recibe noticias sobre el caso las 24 horas.Pese a todo, su padre no dejaba de buscarla y había recorrido miles de kilómetros. Murió en la ruta, en medio de esa misión, sin saber nada más de ella. “Fue un mártir de la búsqueda”“Estoy impactado y hablo desde lo que me genera un hombre que fue como un mártir de la búsqueda”, expresó ayer por la mañana Juan Carr, titular de la Red Solidaria, en uno de los tantos diálogos que mantuvo con diversos medios de Buenos Aires.“Estamos ante un papá admirable que no sé de dónde sacaba fuerzas cada día para buscar a su hija”, sostuvo Carr, y agregó que “prácticamente no dormía desde el primer momento. Estaba haciendo su propia búsqueda”.El responsable de Red Solidaria contó también algunas particularidades sobre la incansable tarea del hombre, que viajaba por todo el país y casi no tenía dinero. “Tenía cosas admirables. En las últimas semanas pedía alojamiento en los lugares más insólitos. A veces golpeaba una puerta a la noche para que lo alojen cuando iba de paso. Estaba jugado desde todo punto de vista”, relató.Carr fue contundente y volvió a pedir la colaboración de la genta. “Hay que romper el silencio. Alguien que está viendo esto sabe lo que pasó. Estoy seguro. Romper ese silencio es clave para que se abrace esa familia”, finalizó.
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