TEKOA ARANDÚ (Martín Sereno, enviado especial y Gisela Fernández, de Redacción Central). La historia de Fabián Ramos, el estudiante guaraní que el año pasado ganó una medalla de oro en una feria de ciencias internacional, conmovió a los argentinos cuando trascendió que el adolescente dejó de ir a la escuela porque no tenía un par de zapatillas para caminar los casi 8 kilómetros de ida y vuelta hacia el CEP 40. La solidaridad de la gente no se hizo esperar pero el verdadero problema excede ampliamente al caso de Fabián. “Somos 400 estudiantes mbya guaraní que estamos pasándola muy mal y, como Fabián, muchos dejaron de ir a la escuela porque no tienen los elementos básicos para estudiar… hojas, biromes, fotocopias, ropa y zapatos”, remarcó en diálogo con PRIMERA EDICION José Fernández, que está en tercer año del Profesorado de Educación Primaria en Eldorado. Desde el jueves, los estudiantes y auxiliares indígenas de la comunidad Tekoa Arandú participaron de varias asambleas en las que también se sumaron jóvenes de las comunidades mbya ubicadas en Montecarlo, Mado y Wanda. Juntos redactaron un documento con pedidos concretos dirigidos al gobierno provincial. Encabeza este listado la creación en forma inmediata de cuatro escuelas secundarias en las comunidades Perutí (Montecarlo), en el valle del Cuña Pirú, donde hay 13 aldeas, (ubicado a unos 30 Jardín América y una distancia similar de Aristóbulo del Valle), en la zona de Colonia Alicia y Mado; y en Tekoa Arandú (San Pedro). Transporte gratuito Otro de los pedidos de los estudiantes mbya es acceder al transporte de colectivo de corta y media distancia en forma gratuita. Precisamente, el traslado a la escuela es una de las necesidades supuestamente satisfechas por un programa nacional. Pero la realidad dista mucho de los discursos de funcionarios de turno, como la directora del Instituto de Política Lingüística de Misiones, Liliam Prytz Nilsson, quien para “amortizar” la demora en el pago del primer semestre de la beca (que pagarían recién esta semana) mencionó los beneficios que recibe la población guaraní a través de otros programas nacionales y provinciales. “No niego la existencia de esos programas pero a nosotros, los estudiantes de esta comunidad y de otras con las que estamos en permanente contacto, no nos llega nada”, sintetizó José Fernández. También el director del Cep 40 de Pozo Azul, Marcelo Ragotín, dio cuenta del magro dinero -9.100 pesos anuales- que recibe para la movilidad de los alumnos. “Los destinamos para los que viven más lejos, que son un centenar, y ese dinero nos alcanza para las primeras dos semanas del año”, confío el docente a Clarín. Criticó también los kits escolares que vienen de Educación, “antes traían zapatillas y guardapolvos… este año sólo nos dieron hojas de carpeta, algunos sets de geometría, una caja de biromes, una caja de lápices y otra de gomas de borrar”, detalló. Becas mensuales y pasantíasLos estudiantes guaraníes reclamaron además que las becas provinciales dirigidas a los chicos y jóvenes mbya que estudian en el nivel secundario, terciario o universitario ya no sean semestrales sino mensuales. “Pedimos un aumento en el monto de la beca (en la actualidad es de 2.000 pesos, dos veces al año) y que no se pague en forma semestral sino mensual”, precisaron. También solicitaron asistencia alimentaria para todos los niños, especialmente para los que estudian en la secundaria que en la actualidad están excluidos de los servicios de comedores escolares, que sólo asisten a los alumnos de las escuelas primarias. En tanto, reiteraron la necesidad de contar con un sistema de pasantías pagas para los estudiantes del nivel superior que les permita trabajar, continuar estudiando y generar su propios ingresos, “no queremos que nos regalen nada, queremos insertarnos en proyectos laborales para estudiantes terciarios y universitarios que nos posibiliten trabajar y no dejar nuestros estudios”, detalló José Fernández. También solicitaron que se otorguen becas para alumnos adultos en la escuela primaria y la incorporación de estudiantes guaraníes en las Escuelas Interculturales Bilingües. Organizados y unidos En 2011, por primera vez, los alumnos guaraníes se autoconvocaron en el I Encuentro de los Estudiantes de los Pueblos Originarios de Misiones para poder unir sus voces, experiencias y reclamos, con el propósito de hacerse oír ante el gobierno provincial. En 2012, el gobierno anunció la creación de una beca provincial para los alumnos mbya que estudien en la secundaria, el terciario y la universidad. Un relevamiento oficial reveló que por entonces había en el nivel primario 2.500 niños guaraníes, no llegaban a 200 en el secundario y menos de 30 habían iniciado estudios terciarios o universitarios. La beca fue anunciada con bombos y platillos por el gobernador Maurice Closs el 1 de Mayo pero se pagó recién el año pasado (las dos cuotas) y desde entonces, hasta ahora, no hubo más novedades. “El pago es muy irregular, esperábamos el pago para abril… y ya estamos terminando agosto”, indicó Fernández. A juzgar por los datos suministrados por la responsable de las becas a guaraníes, la situación actual mejoró a duras penas, pues sólo suman hoy 500 los becados en secundaria y 20 de institutos superiores o en universidad. Más de 2.000 chicos sólo acceden a la educación primaria. “Este año hicimos el IV Encuentro con los chicos de las distintas comunidades donde ya reclamamos por las dificultades que estábamos teniendo para seguir la escuela o la universidad”. “El 50% no sigue la secundaria”En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el auxiliar docente bilingüe, el mbya Nicanor Benítez contó que asisten a la Escuela Bilingüe de Frontera Jornada Completa Tekoa Arandú poco más de un centenar de alumnos. “Todos los chicos de la comunidad vienen a la escuela primaria… el problema es cuando terminan séptimo grado, la mitad no sigue el secundario por la cuestión económica. Las niñas son las que más abandonan los estudios”, contó Nicanor quien hace veinte años enseña a los chicos de la aldea pero recién hace 5 que fue designado como auxiliar docente bilingüe de la escuela y cobra por ese servicio. A la escuela primaria le falta asistencia del Estado, “no tenemos elementos para hacer d
eportes y necesitamos un lugar específico para el comedor y hacer una cocina bajo techo porque el fogón afuera no nos permite prestar el servicio cada vez que llueve”, detalló el maestro. “Tengo zapatillas nuevas”Reinaldo Benítez es uno de los jóvenes de Tekoa Arandú que el viernes estrenó el par de zapatillas que le entregó el director del Centro Educativo Polimodal (Cep) 40. En diálogo con PRIMERA EDICION, el compañero de equipo de Fabián Benítez y también ganador de la medalla de oro en la Feria de Ciencias Internacional en Bogotá (Colombia) por su investigación en plantas medicinales, contó que su situación económica familiar es mala “la estamos pasando mal, por eso los últimos días de julio varios dejamos de ir a la escuela. Yo me quedé sin zapatillas, durante una semana usé la de mis hermanos porque no podía ir descalzo a clases pero me lastimaban, no aguanté más”, confió. “Ahora, el director nos entregó un par de zapatillas y hojas de carpeta. Necesitamos más zapatillas porque, como caminamos mucho, se nos gastan. También ropa”, detalló Reinaldo que este viernes retomó sus estudios. Reinaldo tiene 5 hermanos, “mi hermana va al segundo del secundario, mi hermanito está en primaria… mis otros tres hermanos ya no siguieron estudiando”. “Yo quiero ser médico”, contó Reinaldo Ramos, el hermano menor de Fabián a este diario. “Somos 9 hermanos, yo soy el del medio. Quiero terminar la secundaria y seguir estudiando para ser doctor (en Medicina)…hace falta mucho un médico en nuestra aldea, me gustaría sumar los saberes de mi pueblo en plantas medicinales con los saberes de la medicina occidental”. Cuatro secundarias en 110 aldeas En Misiones hay unas 110 comunidades guaraníes (el Concejo de Caciques tiene contabilizadas 113, el área de Salud Aborigen de Salud Pública 106 y el Ministerio de Derechos Humanos 110) y sólo cuatro escuelas secundarias de modalidad intercultural bilingüe, 16 escuelas primarias bilingües y 16 aulas satélites. Es decir, apenas el 31% de las comunidades guaraníes tiene en sus aldeas o a distancias cercanas una institución educativa donde los docentes enseñen los contenidos básicos en los dos idiomas: castellano y guaraní. En otras palabras, donde los niños mbya puedan entender lo que dicen sus maestros. La educación secundaria bilingüe es mucho más restrictiva: hay apenas cuatro secundarias bilingües en toda la provincia: dos son aulas satélites (el aula satélite de la Normal 6 que funciona en la Escuela 657 de Aristóbulo del Valle; el aula satélite del CEP 30 que está en la comunidad Takuapi, en Ruiz de Montoya); el Bop 89 que está en el barrio Las Leñas de Iguazú y, desde este año, el Bachillerato Orientado Polimodal 111 (en la Escuela 807) en la comunidad de Fortín Mbororé, también en Iguazú. Este año comenzó en Misiones la implementación del programa “Educación secundaria presencial en entornos virtuales para poblaciones de zonas rurales aisladas”, de Unicef, pero según reconocieron aún no hay conexión a Internet en las aldeas de los alumnos: Alecrín (San Pedro), Guapoy (Iguazú), Chafariz (El Soberbio), Pindoyti (San Ignacio) y Tamandúa (25 de Mayo).
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