BUENOS AIRES (Medios digitales). Los cerebros de la organización estaban convencidos de que el método elegido para burlar los controles era infalible. No se equivocaron. El cargamento, que salió en barco desde el puerto de Buenos Aires el 26 de enero pasado, fue revisado por dos escáneres aduaneros, uno en la Argentina y otro en Valencia, en España. Las máquinas no lograron advertir que, ocultos entre los baldosones de mármol travertino, había 380 kilos de cocaína que en Europa tienen un valor aproximado a los 15 millones de euros.La droga recién fue descubierta cuando la Guardia Civil española decidió abrir los dos contenedores exportados por la empresa argentina United Stone SA: uno estaba lleno de bolsones con adoquines, en el otro se encontraban los palets con el mármol y la cocaína.La Guardia Civil española, sin embargo, silenció su hallazgo. Completó una investigación que había iniciado meses antes -con escuchas telefónicas incluidas-, esperó durante semanas que los destinatarios fueran a buscar la droga, que reemplazó por otra sustancia, completó una “entrega vigilada” y detuvo a cinco sospechosos. Sólo entonces notificó a las autoridades de la Aduana en Buenos Aires.La causa en la Argentina, a cargo del juez Juan Galván Greenway, fue delegada en la fiscal María Gabriela Ruiz Morales, que centró la investigación en la presunta responsabilidad de la exportadora.En las últimas horas, la Sala A de la Cámara de Apelaciones en lo Penal Económico confirmó el procesamiento por el delito de contrabando agravado de estupefacientes de tres integrantes de United Stone SA, firma con sede en Trelew, Chubut, y que se precia de haber participado en las tareas de refacción de la Casa Rosada y la Basílica de Luján, durante los últimos años.Los acusados son el por entonces presidente de la compañía, Alfredo Ferrucci, de 61 años, y los hijos de su mujer, María Inés y Augusto Cascelli, de 34 y 24 años, respectivamente. Los tres estuvieron presos en el inicio de la investigación, pero continuaron el proceso excarcelados.Durante la investigación, los detectives judiciales hicieron procedimientos en Trelew y Puerto Madryn, en Chubut; en La Tablada, partido de La Matanza, donde United Stone SA tiene un aserradero; en un depósito en Pilar, y en un showroom que la compañía posee en Núñez, según explicaron fuentes con acceso al expediente.Constituida en noviembre de 1994, United Stone incluye como accionistas al propio Ferrucci y a Miguel Madanes, quien no es investigado por la Justicia.Para los detectives judiciales estaría acreditado que el mármol fue cargado en el aserradero que United Stone tiene en La Tablada, en La Matanza. Desde allí salió en camión rumbo a un depósito fiscal de Retiro. Y luego a Europa.“Tenían probado que la droga no se veía a través del mármol”, explicó una fuente. Los ladrillos de cocaína, que, en promedio, pesaban un kilo cada uno, tenían los logos de las falsas firmas: “Puma” y “Dior”; estrategia de las bandas narco para certificar la propiedad y calidad de la droga.
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