LORETO. Movidos por la fe. Así llegaron hasta esta ciudad más de dos mil peregrinos, algunos a pie, otros en bicicleta y varios en otros medios de movilidad, con la simple intención de agradecer las bendiciones de Nuestra Señora de Loreto y renovar los pedidos para un nuevo año que se avecina.La tradicional caminata a pie, hasta el Centro de Espiritualidad de Loreto, comenzó apenas se iniciaba la noche del sábado en Posadas. Tras un largo camino, la imagen de la venerada Virgen, finalmente volvería a su lugar de origen. Desde aquí salieron cientos en la búsqueda de unir los 48 kilómetros que separan la capital provincial del lugar donde se celebra la fe. A medida que avanzaba, otros cientos se sumaron en las ciudades que descansan a la vera de la ruta 12. Entre ellos estudiantes, trabajadores y familias completas desde Candelaria, donde una bandera los animaba a seguir: “Fuerza caminantes, María de Loreto los espera”. Con dicho impulso siguieron su trayecto hasta llegar a Santa Ana, donde otro grupo se unió. Así continuaron durante toda la noche hasta que, pasadas las 7, cumplieron su objetivo. Minutos antes de que se inicie la misa central (programada para las 9), los caminantes, que llegaron emocionados al ritmo de los aplausos, lograron encontrar algo de descanso bajo la sombra de los árboles del lugar y fueron varios los que intentaron recuperar algo del sueño perdido durante la noche.“A cumplir las promesas que hicimos”En una época donde todo lo inunda el descreimiento, los jóvenes que llegaron a Loreto dieron una increíble muestra de fe. Tal es el caso de tres estudiantes posadeños del Profesorado en Geografía. Luciano Ely, Noemí Sekula y Antonella Pietrowski, comenzaron la caminata para “cumplir las promesas que le hicimos a la Virgen y para pedirle por los exámenes que se acercan”, según le contaron a PRIMERA EDICIÓN. De los tres, Luciano fue el único que llegó a destino. Noemí se descompuso y desde el peaje de Santa Ana, completó el recorrido en auto. Antonella, llegó hasta la entrada de Loreto, allí dijo basta. Ese hecho permitió conocer otra importante faceta en este tipo de ocasiones: la solidaridad de la gente, ya que ni bien se detenían a descansar, varios autos se acercaban con el ofrecimiento de ayudarlos a llegar. Rosa y Angélica Vieira aceptaron el desafío por primera vez. Rosa llegó hasta el peaje, Angélica sintió flaquear las fuerzas en la entrada a Loreto, pero “me dije, tengo que llegar, falta poco. Y llegué, fue la fe la que me trajo hasta acá”. “Gracias a la fe y al amor de la Virgen”Elba Cristaldo pensó que no llegaba. Hace un par de meses tuvo una operación en su rodilla derecha y pensó que en esta no la acompañaba. “Pero gracias a la Virgen, acá estoy. Fue su amor el que me trajo hasta acá”, le contó a este Diario sentada bajo un árbol en compañía de sus fieles amigas Miriam Merelles y Graciela Ertter. Miriam ya es el sexto año que hace la caminata, en cambio para Graciela, también fue la primera vez. “Fue muy lindo todo y muy tranquilo. Gracias a la Virgen llegamos bien”, resaltó.En el caso de Rito Emilio Villanueva, es el segundo año en que hace esta procesión. Salió a las 7 de la tarde del sábado desde Posadas y doce horas después llegó a Loreto. Con los pies ampollados pero orgulloso por lo conseguido, dijo “lo hice para cumplir promesas, que aunque no se cumplan, hay que agradecer porque por algo es”. Para cumplir otra, ya tiene casi lista la “bici” hacia Itatí.El resto del día continuó con asado, música y muchas bendiciones. Una vez más, en tiempos donde cada vez es más difícil confiar, la fe volvió a decir presente.
Discussion about this post