POSADAS. Con alegría y entusiasmo, afiliados de los centros de jubilados y pensionados de la obra social de los jubilados (Pami) elaboraron esta semana budines que el jueves entregaron al geriátrico de Miguel Lanús, al Hospital Carrillo y al Hogar de Noche San José Obrero, de la Fundación Tupá Rendá.En el club Cristo Rey de Monteagudo 2350, unas diez mujeres se reunieron en torno a la mesa de la cocina comunitaria. Allí diariamente la presidenta del centro Marta Capaia, prepara el menú para los 45 abuelos que se acercan a almorzar. Pero el miércoles a la siesta, el espacio estuvo reservado para preparar los “budines solidarios”.“Es la primera vez que se realiza este proyecto y nos pareció muy original y solidario, así que nos sumamos para poder preparar unos 50 budines”, recalcaron las participantes listas para iniciar la preparación. En los centros Santa Lucía e Hilos de Plata, también fue bienvenida la propuesta, y los integrantes pusieron a disposición su voluntad y cocinas para lograrlo. La buena onda y alegría reinaron durante todo el proceso de elaboración de los panificados. Cadena de favoresParte de los insumos usados como harina, huevos y leche fueron donados por los proveedores del comedor. “Las frutas las aportamos nosotros como centro”, indicó una de las integrantes de la comisión directiva. Todas, con sus delantales y cofias comenzaron la receta.“Un kilo y medio de harina da para 10 ó 12 budines Se le agrega seis huevos, 450 gramos de azúcar, la manteca, vainilla, y 300 gramos de frutas abrillantadas”, explicó Luisa Spaciuk. Luego de batir enérgicamente mezclando bien cada ingrediente, los prepararon para la cocción, no sin antes agregar las frutas abrillantadas.En una gran bandeja de metal colocaron las budineras de cartón, que fueron llenando una a una para llevarlas al horno. Debieron repetir el proceso tres veces para elaborar los más de 50 budines, proceso que las mantuvo trabajando con alegría hasta pasadas las 18.Los mejores deseosCapaia mostró las tarjetas que, con mucho cariño elaboraron en el taller de manualidades para agregar a los paquetitos de cada budín. Llevan diferentes motivos navideños y frases que evocan la paz y la felicidad, sentimientos que seguramente generarán a los destinatarios de estas producciones.Los adultos mayores se mostraron encantados con la iniciativa.
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