PUERTO PIRAY. Cada fin de año los once hijos de Lucio (83) y Lucía (71) Mercado visitan la casa de sus padres en la colonia Piray 18, una zona de calles de tierra y apenas una treintena de casas de madera y ladrillos. Con sus respectivas familias, viajan desde Buenos Aires, Ciudad del Este (Paraguay) y San Pablo (Brasil) para festejar la Navidad con los suyos. Pero no es sólo esta celebración la que los convoca. El 24 de diciembre los Mercado se enfrentan en un partido de fútbol contra otra familia del barrio, también numerosa, de apellido Dávalos, con quienes crecieron juntos en la cancha del barrio, rodeada de pinos, eucaliptos y tierra colorada. El productor y director Sergio Acosta ambiciona compilar en un documental esta historia tan singular bajo el nombre de “Piray 18”. A partir de esta iniciativa y por estos días, busca conocer a los protagonistas desde el momento en que empiezan a prepararse para la reunión de fin de año, su viaje, la llegada y los conflictos para llevar a cabo el desafío: lo importante y vital que es ganar ese partido. Nexos a la distanciaEsteban Mercado (38) es el hermano exitoso que vive en Brasil. Es, a la distancia, el principal organizador del evento. A Esteban lo tildaron de hijo pródigo moderno porque a pesar de triunfar afuera siente, más que el resto de sus hermanos, la necesidad de volver a Piray 18. Es por eso que Esteban despierta la admiración de los más chicos.Fabio Mercado (26), en tanto, es el benjamín de la familia, es soltero y sin hijos. Priorizó su carrera universitaria y buscará planificar una familia después de recibirse. Es el goleador del equipo y aprendió de los errores de los mayores.Del otro lado están Hernán Dávalos (40), que es como Romeo Montesco, porque se enamoró de Lisa Mercado, hermana de Esteban y Fabio. Su historia de amor comenzó cuando tenían quince años y su unión acercó más aún a las dos familias. La pareja tiene cuatro chicos y lucha para llegar a fin de mes. Todos los fines de semana Hernán hace pollo asado para vender en el barrio mientras que Lisa, trabaja de preceptora en una escuela. Por su parte, Miguel Dávalos (49), el hermano mayor, se desempeña como Director de Catastro de la Municipalidad de Puerto Piray. Los sábados juega al fútbol en senior de la localidad junto a Luis, otro de los Mercado, su gran amigo.El tira y afloje Con la llegada de los hermanos comienza la organización del partido en Piray 18. Ello implica acondicionar la cancha, comprar camisetas y ponerse en campaña para conseguir un árbitro. Y cuando un evento involucra a tanta gente también surgen los conflictos. Como el de una vieja lesión de Hernán Dávalos que pone en duda su participación en el juego, y la propuesta de reemplazarlo por Dylan, un sobrino Dávalos que juega en Banfield. A partir de esta situación comienzan a cuestionar las reglas del partido y permite discutir sobre qué es ser parte de una familia, qué es ser un familiar.El de los Mercado-Dávalos es un superclásico local que ningún vecino se quiere perder, y como tal, el resultado es incierto. Los Mercado están invictos y los Dávalos quieren ganar como sea. Superados los conflictos, el partido se juega en la cancha del 19. Las individualidades y las diferencias se diluyen y empieza a jugar lo colectivo. Así, dejan de ser dos equipos de dos familias para ser una gran familia. Los Mercado y los Dávalos se encuentran a través del deporte y vuelven a ser esos gurises que jugaban en el barro de la cancha del barrio. La Nochebuena encuentra a los Mercado y a los Dávalos reunidos. Juntos recuerdan el partido de la tarde, comen, ríen, cantan y bailan. Son una gran familia que disfruta los momentos de encuentro. Y esa noche el equipo de producción de “Piray 18” entiende por qué son tan unidos y por qué siempre vuelven al barrio, ese lugar donde aprendieron de la amistad, del amor y donde fueron felices. Y que el partido es sólo la superficie, la excusa perfecta para volver a estar juntos.Pasado el festejo los hermanos Mercado recorrerán grandes distancias para volver a sus casas, sus ciudades, sus rutinas y responsabilidades con las fuerzas renovadas, mientras Lucio y Lucía retornarán a la habitual calma que representa su vida en Piray 18, acompañados por los perros, las gallinas, y la visita ocasional de algún hijo que vive cerca, y esperarán la próxima Navidad, para que la excusa de un nuevo desafío los vuelva a reunir. Una excusa inigualable es el tercer tiempoFabio Mercado (26) no recuerda bien el tiempo en que comenzaron estos encuentros en los que se empezó a escribir esta historia pero supone que será entre cinco y seis años. Aseguró que surgió cuando su hermano mayor se iba a casar y a modo de despedida de soltero, organizaron un partido de fútbol entre amigos y gente conocida. Allí se dieron cuenta que “las más numerosas eramos dos familias, los Dávalos por un lado, y los Mercado, por otro”. Fue allí que alguien propuso repetir el encuentro cada año pero con la condición “que seamos solo integrantes de las familias, parientes: primos, tíos, hermanos, sobrinos. Y se formó como una tradición que esperamos, siga por mucho tiempo. Cada año nos juntamos con la condición que los partidos se hagan sólo entre los parientes. Y cada año lo esperamos, como un clásico, como un Boca-River, más o menos. Cada uno se prepara y tiene su responsabilidad como parte del equipo. Y eso está bueno”, confió el joven, a quien le quedan nada más que tres materias para obtener el título de ingeniero en industria de la madera, en la Facultad de Ciencias Forestales de la Unam, con sede en Eldorado. Este tío de alrededor de veinte chicos, agregó que en cada ocasión “se incorpora un miembro nuevo, y que todos están entusiasmados de venir a pasar las fiestas a Misiones. Los Mercado somos once hermanos y estamos esparcidos por todas partes. Cada uno tiene su vida en diferentes lugares. En Navidad nos juntamos todos y somos una cantidad en mi casa. Y el fútbol es parte de la tradición, es como la excusa para luego encontrarnos con amigos, compartir, tomar algo, en lo que vendría a ser el tercer tiempo”.Admitió que la Navidad “es para nosotros algo único porque siempre nos juntamos. Tengo un hermano que vive en Buenos Aires y está con problemas de salud y aveces no puede venir, pero este año va a estar. Y eso es muy bueno, es como un plus más para nosotros que él pueda visitarnos. Mis padres están contentos pero es como que nos cuidan, que no nos lastimemos, pero la idea de ellos es que estemos todos juntos. La familia es muy unida”.Lucio y Lucía Mercado vinieron de Paraguay y se establecieron en Piray 18, que es como un barrio del municipio d
e Puerto Piray, pero que en distancia queda más cerca de Eldorado (a 12 kilómetros), y se llega por caminos de tierra, de malas condiciones. Tienen agua potable y un farol de electricidad cada cien metros. La mayoría de los vecinos trabaja en la forestación. Entre risas, el menor de los once comentó que el tema del alojamiento es un “verdadero lío, pero lo importante es que estemos todos juntos y podamos compartir. Por ejemplo yo, que soy más joven, casi no duermo. Espero que alguien se levante y me acuesto. Nos turnamos, tiramos colchones en el piso, eso es lo de menos, porque son momentos únicos”.Este año la convocatoria es para el sábado 27 de diciembre, a las 17, ante las cámaras que preparan el documental y con numerosos espectadores.Y parece que este año habrá trofeo. Desde que comenzó el partido los Mercado “estamos invictos y queremos seguir así, entonces nos preparamos para eso. A todos nos gusta jugar al fútbol pero lo hacemos de vez en cuando, con amigos. Para nosotros es una pasión pero no somos profesionales. Hubo empates y victorias nuestras, pero nunca hasta ahora derrotas”, dijo orgulloso.
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