POSADAS. “Las cooperativas necesitamos asimetrías positivas para trabajar, no las negativas”, remarcó, contundente el presidente de la Federación de Cooperativas de Misiones (Fedecoop), Roberto Buser, en una entrevista exclusiva con PRIMERA EDICIÓN, revelando detalles del permanente intento que han realizado en los últimos años, por equilibrar las cargas impositivas que afrontan en el sector, con los márgenes de ganancias que persiguen.“Si no revemos el esquema tributario de los productores y el esquema de cargas sociales, los que trabajan en la normalidad, lo que vemos es las asimetrías y los costos, van a seguir expulsando gente”, se lamentó el cooperativista.Asimismo dijo que Gobierno provincial no desconoce la postura del sector, que sienten que son castigados permanentemente por diversos actos. Entre ellos, el que no se los reconozca como el acto cooperativo entre las cooperativas.Habló de lo que representa la formalidad del trabajo rural en el cooperativismo y todo lo que aquello implica para el sector.¿Cómo ha sido este 2014 para la Federación de Cooperativas?Las diferentes actividades que se agrupan en la Federación de Cooperativas Agrícolas de Misiones, han tenido diferentes situaciones.La yerba mate, por una cuestión de mercado, fue un año bueno para los productores. Los cooperativistas seguimos insistiendo que necesitamos igualdad de condiciones ante los privados, puesto que la estructura de impuestos de la provincia de Misiones, castiga al cooperativismo, como lo hemos desarrollado en un trabajo que fue presentado en junio de este año.La frase que siempre utilizo es, que “las cooperativas necesitamos asimetrías positivas para trabajar, no las negativas”. Creo que el Gobierno (provincial) conoce muy bien nuestra postura. La hemos presentado, desconozco por qué no se han realizado las correcciones, porque se castiga al productor cooperativo con el hecho de no reconocernos el acto cooperativo entre las entidades. Tampoco entre las de primer y segundo grado. Cuestiones que están claramente especificadas y desarrolladas en la Ley de Cooperativas.Pero acá, con resoluciones de Rentas, ha desaparecido el cooperativismo que trabaja y lo decimos sin ningún problema, que trabajamos dentro de la formalidad de la actividad primaria, hablando de la yerba mate dentro de los secaderos, la molinería.¿Cómo se presenta la formalidad del trabajo rural en el cooperativismo?La mayor formalidad del trabajo rural está realizado por el cooperativismo. Si se miran cuántos obreros rurales hay blanqueados en Misiones en la época de cosecha, se encuentra que más del 70% esta relacionado con el cooperativismo. Eso nos crea una asimetría muy fuerte, estar dentro de la Ley o no estar. Las cooperativas siempre estamos dentro de la Ley.Después hay otras que aparecieron afiliadas, que son las cooperativas que trabajan con el rubro de la mandioca. Han tenido muchos problemas graves, porque venían de años muy buenos y desconocemos qué motivó al gobierno nacional abrir las importaciones a precios bajos, de mercaderías que podrían estar ingresando de Filipinas u Oceanía, lo que hizo caer el mercado de la fécula, poniendo en un problema gravísimo no solamente a éstas cooperativas que operan, sino también a otras empresas privadas.Se han hecho las presentaciones, el gobierno ha sido muy receptivo en nuestras inquietudes. En Buenos Aires se prometió que nos iban a dar más las famosas ROES (restricciones a la importación), pero siguen entrando. Hay un problema, hoy la mandioca vale la mitad de lo que valía hace un año al productor. Eso repercute también en los costos, va a repercutir seguramente para la plantación. Son cuestiones que no se pueden dejar pasar y como siempre el centralismo actúa olvidándose que hay seres humanos en el confín del país.¿Cuál es el nivel de impacto que tuvo este año la importación de almidón sobre las fábricas misioneras?A nivel nacional, tanto el Ministerio de Agricultura querían la garantía del abastecimiento. Se le demostró que había suficiente stock. La garantía que no iba a subir el precio y firmaron documento en ese sentido. Lo que realmente desconocemos es cuánta autorización de importación hay. Y no se puede averiguar en los estamentos nacionales, quiénes son los que importan, porque son actores nuevos que ven oportunidades de negocios pero al final no se sabe quién da las autorizaciones de importación. Lo que sí manifiestan éstas cooperativas, es que éstas féculas no abarataron los costos. La fécula entró muy económica pero todas las producciones o industrias que utilizan éstas materias primas, no por eso bajaron los precios. Sean de fiambres, laboratorios medicinales, sean la industria petrolera que también utilizan, no bajaron los costos, por tener una menos en la mitad de precio hace más de un año.Es un beneficio para pocos, causando muchos daños a una provincia como la nuestra, que somos tan necesitada de que los productos primarios valgan. Porque cuando ellos valen, reviven las colonias.¿Cómo hacen para hacer frente a los costos y cargas impositivas?En las cooperativas integradas se defienden mejor, porque están al margen del producto que llega al consumidor. Y en las otras es solamente eficiencia y reduciendo costos. Cuando hablamos de reducir costos, para mí es muy doloroso. Porque significa menos mano de obra, sea cuál fuera la etapa y creo que los gobiernos o todos los que estamos en algún lugar dirigencial tenemos que seguir generando puestos de trabajo. La carga es cada vez mayor para el productor y el mismo reduce sus costos y el gobierno le da trabajo a la gente que nosotros dejamos de dar. En todas las actividades, estamos reemplazando por maquinarias a los obreros rurales.Hay que crear política de empleo, para que las empresas sean cooperativas privadas, generen empleo. Primero generan ganancias en las cooperativas, con eso se generan nuevas inversiones y ellas mismas generan nuevos puestos de trabajo. Ahora, cuando eso se reinvierte el beneficio ocasional o no -como ahora tiene la yerba- en reducir sus costos pero reduciendo personal, a la larga el problema se lo va a trasladar al Estado.Pero si no revemos el esquema tributario de los productores y el esquema de cargas sociales, los que trabajan en la formalidad, lo que vemos son asimetrías; y los costos van a seguir expulsando gente.¿Cuál fue la época gloriosa del cooperativismo? He pasado mucho tiempo como director del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym), he visto nacer al organismo y he participado por la evolución de las empresas, a través de las estadísticas y las declaraciones juradas. Es la herramienta que debieran utilizar los gobiernos para fijar políticas a mediano y largo plazo.En la yerba, las estadísticas son muy claras, cómo se va concentrando el negocio. Con respecto al cooperativismo, representábamos siempre entre el 24 y
25% de la producción y seguimos en ese orden.En cambio, me llama la atención el crecimiento desproporcionado que tienen las empresas que trabajan en Corrientes. Inclusive una cooperativa muy exitosa, afiliada a nuestra federación, forma parte del consejo de nuestra federación. La pongo como ejemplo porque hay gente muy preparada y los dirigentes también. ¿Por qué la industria y las cooperativas han crecido casi geométricamente y no sucede lo mismo con las misioneras? Alguien tiene que hacer un análisis porque nosotros no somos menos eficiente ni menos inteligentes. La carga impositiva y de costos es muy pesada y es una lástima que tenga que ponerla como ejemplo a la cooperativa yerbatera de Liebig que en 10 años ha duplicado prácticamente su crecimiento. Que es un éxito que lo hayan logrado. El 75% de la yerba que está en éstos paquetes es misionera. Nosotros tenemos que tener cuidado de que la materia prima no pierda su valor, porque a los que vamos a empobrecer no son solamente a los productores misioneros sino a todo Misiones porque no va a llegar el dinero que debe de llegar a Misiones y a todas las colonias de Misiones.Desde mi humilde opinión, le falta una visión más estratégica, que deberíamos ser los abastecedores de yerba del mundo entero. Tenemos que venderla a los brasileros, si ellos quieren vendérsela a los europeos, que lo hagan. Ahora que el Brasil desatendió un poco a los chilenos, estamos mandando a Chile, si en la época de las misiones jesuíticas abastecíamos a todos los países hasta el Perú con yerba, ¿qué hicimos para no abastecerlos más?
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